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San José hizo lo que se le había mandado

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San José obtuvo por parte de DIOS, una de las misiones más importante en la historia de la salvación. San José tuvo a su cuidado a la Santísima Virgen María Madre de Dios y a la segunda persona de la Trinidad hecho hombre Jesús. Él tuvo la bendición de vivir con la pareja prometida en Génesis 3:15. También obtuvo la buena muerte, porque murió al lado de Jesús y María. Veamos que nos comparte San Francisco de Sales sobre San José.

¡Oh cuanto este gran Santo, de quien hablamos, fue en esto fiel! no hay palabras para explicar su perfección; porque a mas de ser esta tan grande, ¿en qué pobreza, en qué abatimiento no vivió todos los días de su vida? Pobreza y abatimiento, bajo de los cuales tuvo escondidas y cubiertas sus grandes virtudes y dignidades… ¡Oh! verdaderamente yo no dudo de que los Ángeles, absortos de admiración, no viniesen en hermosas tropas a considerar y admirar su humildad cuando tenía al divino Niño en su pobre tienda, donde ejercía su oficio para sustentar al Hijo y a la Madre que le estaban encomendados. No hay duda alguna, queridas hermanas, que San José fue más valiente que David y que tuvo más sabiduría que Salomón; no obstante, viéndole reducido al ejercicio de carpintero ¿quién hubiera juzgado esto, sino fuera alumbrado con la luz celestial? tan encubiertos tenía los dones singulares de que Dios le había hecho merced. Pero ¿qué sabiduría no tuvo, pues Dios le dio el cargo de su Hijo gloriosísimo… Príncipe universal de cielo y tierra?… y no obstante, por otra parte, veréis cuánto estuvo abatido y humillado, más de lo que se puede decir ni imaginar…: Fue a su patria; a la ciudad de Belén, y ninguno de cuantos a ella fueron de otras partes fue desechado… Mirad como el Ángel le dice que conviene que vaya a Egipto y va: mándale que vuelva y vuelve. Quiere Dios que sea siempre pobre, que es una de las pruebas más fuertes que con nosotros puede hacer, y él se sujeta amorosamente, y no por algún tiempo, sino por toda su vida. 

Conversaciones, n° 19 San Francisco de Sales  

Pidamos al Señor la buena muerte y que Jesús y María estén a nuestro a lado en el lecho de nuestra muerte. San Jose ruega por nosotros.

En Cristo Luis Roman

Santa María ora pro nobis