≡ Menu

“Vengan a mí todos los que están afligidos y yo los aliviaré” (Podcast-Audio)

Suscribete
Suscribete
Siguenos
Twitter
Visit Us
Follow Me
RSS

En este corto audio veremos que el remedio para nuestras cargas materiales pero sobre todo para nuestras cargas espirituales es Nuestro Señor Jesucristo. Nos basamos para ello en el Capitulo 11 de San Mateo versiculos del 28-30

En Cristo; Luis Roman

Santa Maria Ora Pro Nobis

Jesús tomó la palabra y dijo:
“Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. 
Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. 
Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.” 

 

San Jerónimo nos dice: «Ayúdense mutuamente a llevar sus cargas, y cumplirán así la ley de Cristo». El pecado es una carga, como lo atestigua el salmista cuando dice: «Mis pecados pesan sobre mí como una carga pesada». El Salvador se encargó de esa carga por nosotros, enseñándonos de este modo por su ejemplo lo que debemos hacer nosotros mismos. Pues el mismo carga el peso de nuestros pecados, Él sufre por nosotros (Is 53:4), e invita a los que están agobiados bajo el fuerte peso de la ley y de sus pecados a cargar el peso ligero de la virtud cuando dice: «Mi yugo es suave y mi carga ligera» (Mt 11:30). Aquél que no se desespera por la salvación de su hermano, tiende la mano a aquél que implora su apoyo, llora con el que llora, es débil con los débiles, y mira los pecados del otro como los suyos propios, ése cumple por la caridad la ley de Cristo. ¿Cuál es esa ley de Cristo? «El mandamiento que les doy es que se amen los unos a los otros» (Jn 13:34) ¿Cómo el Hijo de Dios nos amó? «Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos» (Jn 15:13). Aquél que no es clemente, que no se revistió de las entrañas de la misericordia y de las lágrimas, por muy elevado que sea en espiritualidad, no cumple la ley de Cristo. Aquél que viene a socorrer al pobre agobiado bajo el peso de la indigencia y se hace amigo del dinero injusto (Lc 16:9), ése carga con las necesidades de su hermano. Es a él que Jesús dirá después de la resurrección general: «Vengan, benditos de mi Padre, reciban la herencia del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber» (Mt 25:34-35)

Comentario de la Epístola a los Gálatas (Obras completas de San Jerónimo, tomo 10) «La carga ligera de la ley de Cristo» (Trad. ©Evangelizo.org)

Te puede interesar: