≡ Menu

¿Cómo puede la divinidad habitar en una carne?

Suscribete
Suscribete
Siguenos
Twitter
Visit Us
Follow Me
RSS

Feliz Navidad para todos. Hoy les quiero compartir un pedazo de una de las homilías de San Basilio. Aquí San Basilio quiere dar luz al misterio de la Encarnación. Se le llama misterio porqué el intelecto jamás podrá darle una respuesta final a esta acción de parte de Dios; pero el intelecto junto con la fe y la razón pueden darnos guías, para que no caigamos en el error sobre estos aspectos importantísimos sobre nuestra fe cristiana.

¿Cómo puede la divinidad habitar en una carne? De la misma que el fuego habita al hierro, no sacándolo del lugar en el que arde, sino comunicándosele. En efecto, el fuego no se echa encima del hierro, sino que ocupando el lugar de éste le comunica su poder. Haciendo esto no disminuye en absoluto sino que llena enteramente al hierro al cual se comunica. Igualmente, Dios, el Verbo, que «habitó entre nosotros», no salió de sí mismo. «El Verbo que se hizo carne» no fue sometido a ningún cambio; el cielo no quedó despojado de aquel que contenía y, sin embargo, la tierra acogió en su seno al que está en los cielos. Penétrate bien de este misterio: Dios habita en la carne a fin de matar la muerte que se esconde en ella… «Ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres» (Tt 2,11), cuando «se levantó el sol de justicia» (Ml 3,20), «la muerte ha sido devorada en la victoria» (1C 15,54) porque no podía coexistir con la vida verdadera. ¡Oh profundidad de la bondad y del amor de Dios para con los hombres! Démosle gloria con los pastores, dancemos con los coros de los ángeles, porque «hoy nos ha nacido un Salvador que es el Mesías, el Señor» (Lc 2,11-12). «El Señor Dios nos ilumina» (Sl 117,27), no bajo la forma de Dios, para no asustar nuestra debilidad, sino bajo la forma de siervo, a fin de proporcionar la libertad a los que estaban condenados a la servidumbre.

En conclusión las dos naturaleza (divina/humana) en la única persona de Cristo no compiten, al contrario ambas se manifiestan completamente en la misma persona de Jesús. Así mismo también Dios hecho hombre no viene a destruir o a competir con su creación, sino que al contrario se hace parte de ella completamente para que ella pueda; sin dejar de ser creación y con Él sin dejar de ser Dios, ser restaurada y sobretodo elevada.

Que en esta Navidad Jesús se haga parte de nuestro ser, para que podamos ser otros Cristos vivo por la gracia y el poder del Espíritu Santo y la voluntad del Padre.

En Cristo Luis Roman

Santa María ora pro nobis

Recurso:Homilía sobre la santa generación de Cristo, 2.6; PG 31, 1459s por San Basilio.