El fundador de nuestra Iglesia Católica nuestro Señor Jesucristo fue quien estableció el Sacramento de la Uncion de los Enfermos durante su ministerio aquí en la tierra. EL se lo comunica a sus discípulos en dos momentos del Evangelio y les dice con palabras y con su ejemplo lo que debían hacer con los enfermos:
Aquí les comparto algunos versículos de la Biblia: ….y ungiendo con óleo a muchos enfermos, los curaban.¨ ( S. Marcos ,6,13 )
¨ … pondrán las manos sobre los enfermos, y éstos se encontrarán bien.¨ (S. Marcos, 16,18)
– El apóstol Santiago nos cuenta en la Biblia, la costumbre que ya existía entre los primeros cristianos con estas palabras :
¨¿Alguno entre ustedes se enferma? Haga llamar a los presbíteros de la Iglesia, y oren sobre él, ungiéndole con óleo en el nombre del Señor, y la oración de la fe salvara al enfermo, y el Señor le hará levantarse, y los pecados que hubiere cometido le serán perdonados.¨
(Apóstol Santiago, 5 14-15 )
El último pasaje del Apóstol Santiago nos muestra como la Tradicion (enseñanza) fue dictada por Jesús y luego los apóstoles en este caso Santiago le pide a sus comunidades que hagan lo mismo. También se encuentran las palabras Iglesia y Presbítero (sacerdotes) que muestra que había una jerarquía eclesiástica establecida por sus apóstoles desde el primer siglo. Estos versículos son excelentes para cualquiera que piensa que no había una Iglesia Católica antes del tercer siglo. La Epístola de Santiago fue escrita por el Apóstol en el primer siglo. La muerte de Santiago por parte de Herodes está documentada en el capítulo 12 de los Hechos de los Apóstoles. La Iglesia Católica continúa siguiendo las instrucciones de nuestro Señor y la de sus apóstoles hasta el día de hoy.
Conclusión: Este hermoso signo visible nos deja ver lo que la Gracia de Dios esta haciendo y que no podemos ver (sacramento). Este confiere también el perdón de los pecados veniales. Es por esto que los sacerdotes ofrecen también el sacramento de la confesión al mismo tiempo ya que ningun alma podra entrar al paraíso en pecado mortal. También debemos recordar que el efecto de estos misterios dependen de quien los recibe y en el caso de la confesión se debe tener un corazón arrepentido.
La Iglesia, además, ofrece junto a este sacramento, la Eucaristía como viático,“a aquellos que están a punto de salir de esta vida”. La Eucaristía es el paso de la muerte a la vida. (Cfr. Catec. n. 1524). Recordemos las palabras de Jesús: “El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día”. ( Jn. 6, 54)
¡Santa María ora pro nobis!