A todos los catolicos nos ha pasado; que personas de otras denominaciones cristianas, que desconocen el verdadero sentido de las Sagradas Escrituras y como éstas tienen base en la Tradición Apostólica (lo enseñado verbalmente) y en el Magisterio; hacen la crítica de porque Bautizamos a los bebes, si ellos ni saben lo que está sucediendo. Debemos recordarles que la fe, ni es escogida, ni es impuesta, sino que es don, regalo y gracia de Dios.
El Bautismo nos hace hijos de Dios, dice san Pablo en Gálatas 4:5-7 y el Catecismo de la Iglesia Católica (CIC) 1253, nos repite lo mismo y nos dice que; el Bautismo es la fuente de la vida nueva en Cristo. También nos lava el pecado. Hechos 2: 38 y nos incorpora a Cristo, Romanos 8:29. (CIC 1272 &CIC1273)
El Bautismo nos imprime el sello del Señor y con que el Espíritu Santo nos marca para el día de la redención. Efesios 4:30.
Así que sería muy insensatos por parte de los padres de una criatura recién nacida, que teniendo conocimiento de todo esto, quieran privar al niño de la gracia insuperable de ser hijo de Dios.
Jesucristo le dijo a Nicodemo: Quien no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios Juan 3, 5. Nuestro Señor continuo explicando que: Lo nacido de la carne, es carne, lo nacido del Espíritu, es espíritu o sea que si un niño no está bautizado no es nacido del Espíritu.
En la antigua Alianza el signo para incorporarse al pueblo de Dios era la circuncisión y esto se llevaba a cabo al octavo día después de nacido el infante. El Bautismo es ahora el medio, por el cual nos incorporamos al cuerpo de Cristo. Hechos 7:8. Es por esto que se les exhorta a los padres a Bautizar a sus hijos para el octavo día.
En el primer siglo y justo después de la muerte de nuestro Señor, la mayoría de los bautizados eran adultos, porque era una Iglesia de convertidos. Pero desde entonces era ya costumbre bautizar hogares, casa y familias enteras: ver 1 Corintios 1:16; Hechos 16: 15. 33. Esto incluía a las mujeres, a los niños y a los esclavos.
El Bautismo, siempre ha sido comparado con el Arca de Noé, donde se salvó la familia entera: Padres e hijos. Ver 1 carta de san Pedro 3: 20-21.
Siempre la Iglesia y los primeros cristianos bautizaron infantes. San Policarpo que murió en 155 d.C. en su martirio, cuando se le pidió renegar de su fe en Cristo, certificó : “Hace ochenta seis años que le sirvo”. Esto no lo podía haber dicho, si no hubiese sido bautizado de niño.
Además, la Iglesia nos dice: La advertencia de Cristo en el Evangelio: “Quien no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de los cielos” (Juan 3,5), debe entenderse como la invitación de un amor universal e infinito; un llamado a sus hijos deseando para ellos el mayor bien. Este llamamiento irrevocable y urgente no puede dejar al hombre en una actitud indiferente o neutral, ya que su aceptación es para él la condición del cumplimiento de su destino. (Instrucción sobre el Bautismo de los niños #10)
La fe, no es sólo un acto personal, sino también una virtud sobrenatural. Los niños no son capaces de un acto personal de fe, pero sí pueden tener la fe como virtud sobrenatural. De la misma manera que “el amor ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado”, es decir, por gracia y no por nuestro propio esfuerzo, así también el Espíritu Santo da la fe a los que reciben el Bautismo. (La Doctrina de la Fe, Franco Amerio p.445)
En Cristo, Luis Roman
¡Santa Maria Ora Pro Nobis!