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Fiesta de los Santos Arcángeles

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Todos los 29 de septiembre se celebra a los Santos Arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel

San Miguel, Es el Capitán de la Milicia celestial; su nombre se traduce en el lema Quis ut Deus, (¿Quién como Dios?) –Este fue el grito de guerra de los ángeles en la batalla librada en el cielo contra el Enemigo y sus seguidores. Aparece cuatro veces en la Escritura. Dos veces en el Libro de Daniel, una en la carta de San Judas y otra en el Apocalipsis en el cual se muestra en lucha o en batalla contra el Demonio.

San Gabriel, Nombre traducido del hebreo quiere decir “fortaleza de Dios”. Es el más popular entre los Arcángeles – Gabriel es el mensajero oficial del Padre. Traducido del griego la palabra ángel significa mensaje o noticia– El anuncio más importante llevado por él fue entregado a la Santísima Virgen dejándole saber sobre la Encarnación de divino Verbo en sus entrañas o sea que ella había sido escogida por Dios para ser la madre del Salvador.

San Rafael, Cuyo nombre podría traducirse como “Medicina de Dios” o “Dios ha obrado la salud”, aparece en el Libro de Tobías, primero disfrazado en forma humana, como el viajero acompañante del hijo de Tobías, llamándose a sí mismo “Azarías el hijo del gran Ananías”. La historia está llena de aventuras, y en ella es visible la influencia protectora del ángel que se muestra de diferentes maneras, incluyendo la atadura “en el desierto del alto Egipto” del demonio quien previamente había matado a siete esposos de Sara, hija de Raquel, y que es pintorescamente relatada. Tras el retorno y la curación de la ceguera de Tobías, Azarías se hace llamar “el ángel Rafael, uno de los siete que se paran ante el Señor” (Tobías 12:15 y Apocalipsis 8:2).

En cuanto a las funciones atribuidas a Rafael, el mismo Rafael le dice a Tobías, que cuando el estuvo ocupado en su trabajo de misericordia y caridad, él (Rafael) ofreció sus plegarias al Señor, ya que él fue enviado por el Señor para curar a Tobías de su ceguera y para sacar a Sara, la esposa de su hijo, de las garras del demonio.

Solo tres Arcángeles son mencionados por las Escrituras canónicas. Los otros cuatro, de acuerdo al Libro de Enoc son Uriel, Raguel, Sariel y Jerahmeel, y de otras fuentes apócrifas obtenemos los nombres de Izidkiel, Hanael y Kepharel.

No se sabe con exactitud cuándo comenzaron las menciones de los ángeles en los textos religiosos del mundo, pero las figuras de seres que sirven de mensajeros de los dioses aparecen en las religiones más antiguas de la historia humana.

El Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento mencionan a los ángeles más de cien veces. Distintos patriarcas de la Iglesia se han afanado a lo largo de los siglos, en la tarea de establecer órdenes o jerarquías de ángeles. San Ambrosio, San Jerónimo, el Papa Gregorio Magno, el místico Dionisio Areopagita y Tomás de Aquino se basaron en la Biblia para dividir a los ángeles en grupos según su cercanía a Dios. A estos grupos de ángeles se les llama los coros celestiales o angélicos. Cada grupo de ángeles tiene una función; pero esto es tema para otro día.

Que ojalá que cada vez que celebremos a los Santos Arcángeles nos demos cuenta que todos tenemos una misión dada por Dios y que debemos cumplirla. Nunca olvidemos que Dios ha creado recursos para poder alcanzarnos y brindarnos la ayuda que necesitamos como hijos suyos. Pidamos la protección de estos Ángeles y su intercesión. Recordemos que solo Dios es quien concede y contesta nuestra plegaria, pero cada vez que expresamos confianza en la intercesión de los instrumentos del Señor proclamamos su gloria y misericordia.

En Cristo, Luis Roman

¡Santa Maria ora pro nobis!

Fuente:Pedro Sáez Martínez de Ubago