La foto adjunta a este articulo muestra la cadena que llevo conmigo todos los días. En ella pueden ver cinco medallas junto a un Crucifijo. Cada medalla hace memoria a un santo y la razón por la cual las llevo conmigo, es porque para mí ellos son parte de mi grupo o pandilla. Ellos siempre están conmigo y sobretodo les pido que ruegen por mi delante del Señor.
Son más de 7 mil los santos declarados por la Santa Iglesia y por consecuencia van a haber algunos de ellos, que van a tener mayor impacto en nuestras vidas debido a la época en la que vivieron o por el testimonio de Cristo que dejaron ver durante su estadía aquí en la Tierra.
Las medallas que tengo son las de San Jose (padre putativo de Jesus), San Juan Pablo II, Sor Faustina Kowalska, San Bernadette y San Padre Pío. El crucifijo tiene la medalla de San Benito y voy añadir la medalla de San Pio X muy pronto.
Así que esta es mi pandilla o grupo de santos que siempre me acompañan, gracias al poder de Cristo quien dijo que seriamos uno. Comprendiendo este misterio san Pablo decía: que somos un solo cuerpo en Cristo (Efesios 2:10-13, Juan 17:21). Al mismo tiempo, si todos oramos siendo miembros de un solo cuerpo y gracias a la unidad que tenemos en Cristo y por Cristo, que sobrepasa el tiempo y el espacio, que venció la muerte y nos brinda la vida eterna; podremos estar en compañía de todos los que ya pasaron por la tierra y que se encentran ya con Él. Nosotros estando en comunión con su cuerpo militante (la Iglesia), podemos obtener beneficios de las oraciones de los santos (Apocalipsis 5:8 y 8:4).
Además; si creemos en la vida eterna, no debemos de tener duda que estos hombres y mujeres que murieron en santidad están vivos. ¡Bendito sea el nombre de Jesus!
Cristo es el único que tiene poder de interceder ante el Padre, pero por el misterio de su muerte y resurrección tu y yo hemos sido insertados en Él (Bautismo), para así poder cumplir la misión para la que fuimos creados. Esa misión es que libremente seamos perfectos, como el Padre que está en el cielo (Mateo 5:48); y esto es imposible lograrlo con nuestras fuerzas, solo en Cristo la santidad es posible.
No puedo dejar de mencionar, que nosotros los catolicos no creemos que las medallas o cualquier imagen tengan poder o puedan hacer manifestar lo sobrenatural. Las medallas o imagenes son un signo visible de lo que creemos que no se puede ver. Lo esencial es orar en el nombre de Jesus y pedir la interseción de los santos.
Aquí están mis razones de haber escogidos estos santos.
San Jose: Fue esposo de Maria y Padre de Jesus. Siempre le pido que me ayude a ser buen padre y buen esposo.
San Juan Pablo II (1920-2005) nos dejó sus escritos y su testimonio de no abandonar la carrera nunca. La teología del Cuerpo, su amor por los jóvenes y la propagación a la devoción de la Divina Misericordia convirtiéndola en fiesta el domingo después de resurrección para mi cambiaron mi vida. “No tengan miedo” Él nos sigue diciendo.
Sor Faustina (1905-1938) Ella tuvo la oportunidad de ver a Jesus y dejarnos la imagen que hoy veneramos de la Divina Misericordia. Esta devoción me llevo a apreciar las devociones católicas. Yo no he tenido problemas con hablarle al Señor con el Corazón, pero cuando se trataba de rezar el rosario, o la novena, o las oraciones, era para mí una tortura. La coronilla de la Divina Misericordia es bien corta. Se puede rezar en 10 minutos. Yo recuerdo hacerla por un tiempo y lo que comenzó a suceder fue impresionante. Luego de terminar la coronilla, quería seguir rezando porque sentía que era muy corta. Después de unos años la coronilla de la Divina Misericordia me llevó a tener el amor que tengo de rezar el Rosario todos los días. Algo que para mí hubiese sido una tortura en el pasado. Gracias a que he mejorado rezando, mi oración ha mejorado también. La misericordia de Dios es infinita y si nos acogemos a ella hoy, podremos obtener perdón por parte de Cristo, sin importar lo graves de nuestros errores. Sor Faustina también ha llevado a muchos a entender el sacramento de la confesión y a verlo como un océano de amor que esta disponibles para nosotros.
San Bernadette (1844-1879) tuvo la visión de ver a la santísima Virgen en Lourdes Francia. La Santísima Virgen le dijo que ella era la Inmaculada Concepción. Este misterio que siempre fue creído por los fieles cristianos, se vio amenazado debido al protestantismo. En respuesta la Iglesia lo declaró dogma en 1854. La santísima Virgen manifestó su deseo de que nosotros comprendamos quien realmente es ella y las grandezas de nuestro Dios, que le concedió a ella por los méritos del nuestros Señor Jesucristo nacer libre de pecado. Lo que se le concede a toda la humanidad después de conocer y aceptar a Cristo, le fue concedido a ella antes de su nacimiento, debido a la seriedad e importancia de su misión. Maria es la madre de la segunda persona de la Trinidad. Ella es el medio por el cual Dios envió a su hijo al mundo y es el medio por el cual el mundo llega al Hijo que es el único camino para así poder llegar al Padre.
San Padre Pio (1887-1968) Padre Pio tuvo muchos regalos de parte de Dios porque su misión también era dar a muchos. Su testimonio de humildad y obediencia a la Iglesia a pesar de que lo perseguían es admirable. Este debe ser un ejemplo a seguir. Dicen que cuando celebraba misa podía tomarse hasta tres horas y pasabas horas en el confesionario.
San Benito (murió 547): Usó con frecuencia el signo de la cruz como signo de salvación, de verdad, y purificación de los sentidos. San Benito quebró el vaso que contenía veneno con la sola señal de la cruz hecha sobre él. Cuando los monjes fueron perturbados por el maligno, el santo mandó que hicieran la señal de la cruz sobre sus corazones. Una cruz era la firma de los monjes en la carta de su profesión cuando no sabían escribir. San Benito nos recuerda el poder de la Cruz, contra nuestros enemigos terrenales y sobre todo espirituales.
San Pio X (1835-1914) “Instaurar todo en Cristo “Estas palabras eran el lema de Papa San Pio X y se cree que las dijo antes de morir. Su vida y su testimonio fueron exactamente esto, una restauración en Cristo para todos, en todo y a todo tiempo. Miremos su ejemplo y dejemos que Cristo sea el centro de nuestras vidas. También el lucho fuertemente contra el modernismo que buscaba nueva interpretaciones y formas de ver el Evangelio. Pidamos su intercesión porque no es secreto que la Iglesia está llena de modernistas. Busquen sus encíclicas y escritos. No se van a arrepentir.
¿Cuáles son tus santos favoritos y por qué?
En Cristo; Luis Roman
Santa Maria ora pro nobis