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¿Porque tengo pedirle a Dios si siempre se hace Su voluntad?

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Nuestro Dios es un Dios todo poderoso, omnipresente y omnipotente. Él lo sabe todo y lo conoce todo.

El mismo en la persona de Jesus nos dice…”vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo.” Mateo 6:8; más adelante dice que no nos preocupemos…”pues ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso.” Mateo 6:32. Así que cuando oras a Dios, realmente no le estas informando de algo que no sabe. Tampoco le estas dando una brillante idea que El no conocía o no había tomado en consideración. Sería ridículo pensar de esta manera de nuestro Dios.

¿Entonces de que sirve orar al Señor y sobre todo pedirle si Él ya lo sabe todo? Una respuesta sencilla seria decir que lo hacemos por amor hacia Él y porque ese amor nos lleva a confiar en Él. Nuestros seres queridos saben que los amamos. Este hecho no nos detiene de decirle con nuestros labios exactamente eso; que los amamos y que los queremos. El comunicarnos con otros, en este caso con Dios; no siempre debe ser visto como una manera de informar a la otra parte, sino debe der visto como una invitación totalmente libre de parte de nosotros hacia la otra parte (Dios) para que intervenga en nuestras vidas.

Dios conoce y sabe lo que necesitas, pero al decírselo confirmas tu fe con tus palabras y acciones. Expresando así que tú crees que EL tiene el poder para hacer que ese bien deseado se materialice en tu vida.

El ultimo bien que debemos desear y al que debemos aspirar es el poder alcanzar la santidad. Así que todas nuestras peticiones deben estar ordenadas hacia este bien. Para Dios tu santidad es lo más importante. Es por esto que a veces cuando no tenemos nuestros deseos debidamente alineados con la gracia de Dios, pedimos cosas que nos alejan de nuestra santidad o que roban la oportunidad de poder santificarnos a través de la experiencia o prueba que nos ha tocado vivir. Debemos estar atentos porque a veces pedimos por un problema ser solucionado, sin siquiera tener en consideración que tal vez deberíamos pedir las fuerzas para enfrentarlo.

“«Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿O hay acaso alguno entre vosotros que al hijo que le pide pan le dé una piedra; o si le pide un pez, ¿le dé una culebra? Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se las pidan”
Mateo, 7:7-11

Debemos pedir siempre. Es esto lo que nuestro Señor nos pide; sin olvidar que nuestro Padre del cielo ya sabe lo que necesitamos y por medio de su providencia, que se vale de las cosas buenas y de la no tan buenas, nos concederá aquello necesario y realmente bueno para nuestra vida y sobre todo para nuestra santidad. Es así, de esta manera que siempre se realizará su voluntad en nosotros.

“«Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero no sea como yo quiero, sino como quieras tú.»” Mateo, 26:39

En Cristo, Luis Roman

Santa Maria ora pro nobis