San Juan el Evangelista fue uno de los 12 discípulos de Cristo y fue el único que estuvo presente en el Gólgota junto con Maria la madre De Jesus cuando El colgaba de la Cruz. En su evangelio Juan comienza de la misma manera que comienza el libro del Génesis, porque para Juan, Jesus es el comienzo de la nueva creación.
Juan nos dice que al principio era la palabra o el verbo y la palabra estaba ante Dios y la palabra es Dios. Continúa diciendo que el verbo estaba con Dios en el principio y que, a través de Él, se hizo todo y que nada llego a ser sin Él. Todo fue hecho en El y Él es la luz para los hombres. Luego Juan afirma, como las tinieblas no quisieron recibirlo. Juan especifica que ni los suyos lo recibieron, pero que a los que lo recibieron les dio la capacidad para ser hijos de Dios. Más adelante dice que la palabra (el verbo) se hizo carne y habito entre nosotros.
San Juan nos da una lección sobre la segunda persona de la Santísima Trinidad. Esa Persona es el Verbo hecho carne, quien fue llamado Jesus, que significa “Dios con nosotros”. El misterio de la Trinidad es incomprensible. Juan nos dice que ya Jesus era en el principio o que siempre ha existido, porque Él es de la misma sustancia o esencia de Dios. Cuando leemos el Génesis, sabemos que lo único que tuvo que hacer Dios para que toda la creación se formara, fue hablar. En otras palabras, el Verbo (su palabra) es el comienzo de todo. El Verbo es el poder Dios manifestado entre nosotros y en nosotros. Ese mismo verbo es Jesus, quien se hizo hombre y habitó entre nosotros.
Juan nos dice también que Jesus fue aquel que fue rechazado, porque siendo la luz dejo ver nuestras faltas y pecados. Para unos fue motivo de arrepentimiento y conversión, pero para otros fue motivo de rechazo y odio hacia la luz misma.
Sobre aquellos que creyeron y creen en Jesus; nos dice Juan que se le concedió el título de Hijos de Dios. Así que antes de Cristo éramos criaturas de Dios, pero por Cristo a través del signo o sacramento del Bautismo nos convertimos en Hijos de Dios. Solo el verbo al igual que se observa en el Génesis puede crear, regenerar, cambiar, mover y moldear lo creado. Solo a través del verbo nosotros como criaturas de Dios somos exaltado a Hijos de Dios. En el versículo 12 y 13 nos dice San Juan; “Al creer en su Nombre han nacido, no de sangre alguna ni por ley de la carne, ni por voluntad de hombre, sino que han nacido de Dios.”
Juan afirma una vez más que Jesus es el mismo Dios del Génesis. Mostrando así su poder divino y autoridad, pero también dejando a la luz su humildad y amor por nosotros.
Los exhortos a leer el primer capítulo de San juan hoy, y que el Espíritu Santo nos ayude a creer por fe en estos hermosos misterios.
En Cristo, Luis Roman
Santa Maria ora pro nobis