El catecismo de la Iglesia Católica nos dice en el numeral 1866, que los vicios pueden ser catalogados según las virtudes a que se oponen, o también pueden ser referidos a los pecados capitales que la experiencia cristiana ha distinguido siguiendo a san Juan Casiano (Conlatio, 5, 2) y a san Gregorio Magno (Moralia in Job, 31, 45, 87). Son llamados capitales porque generan otros pecados, otros vicios. Éstos son la soberbia, la avaricia, la envidia, la ira, la lujuria, la gula, la pereza.
¿Cómo es una persona soberbia?
Tomás de Aquino dice que soberbio es el que tiene un amor desordenado hacia su propio bien, por encima de otros bienes superiores. El sólo hecho de dudar si existen bienes superiores al propio ya es, pues, síntoma de este defecto. Es amor desordenado, porque como el soberbio no se conoce como quién es, sino que tiene un conocimiento de sí como de aquél que quiere ser, desea para él lo que no le es adecuado. Lo describe Santo Tomas como el apetito inmoderado de la propia excelencia que, de paso, rebaja la dignidad del otro. Desde luego, la excelencia es debida a alguna cualidad buena; por eso, se puede referir a diversas capacidades humanas. Pero el humilde no se preocupa de la propia excelencia, pues se considera indigno. Señala también Tomas que la soberbia es la madre y reina de todo defecto, es decir, su origen y su fin. De modo que las otras, como hijas naturales, tienen cierto parecido a la madre y, asimismo, cierta propensión a rendirle honores.
Santo Tomas de Aquino junto con San Gregorio consideran a la Soberbia como la reina de todos los vicios o de los pecados capitales por las siguientes razones:
- El soberbio siempre piensa que está correcto. No puede ser corregido y no acepta la corrección.
- No practica la obediencia en todo o en casi todo. Por consecuencia, no va querer obedecer a Dios, las normas establecidas y la ley natural.
- Rechaza a Dios, porque no puede aceptar la idea de que el hombre no es grande sino pequeño. Esto no lo hace por debilidad e ignorancia, sino solamente porque en su auto exaltación no se molesta en someterse.
- La soberbia implica que uno piense muy bien de uno mismo indebidamente y sin la suficiente justificación
- San Gregorio dice que el soberbio, aunque admita que Dios le ha concedido esto y aquello, reputa que esto ha sido en respuesta a sus propios méritos, o porque se atribuye dones que no tiene, o, finalmente, porque incluso cuando estos son reales, busca irrazonablemente ponerlos por delante de los demás.
- Siempre quiere sobresalir
- Le da rabia el éxito del prójimo y se compara con ellos afirmando que es mejor.
- Nunca tiene paz, porque siempre va existir alguien que lo haga mejor.
- Puede causar graves daños a los demás; no tan solo por su actitud sino por obstruir a otros y por hacer el mal que él piensa que es el bien
- El soberbio no puede tener fe porque su confianza esta puesta en sí mismo y en lo que ellos pueden hacer
- El primer síntoma de la soberbia es justificarse. El soberbio nunca acepta la culpa absoluta, sino que siempre se justifica. Busca cosas en el ambiente o en las personas para poder dar una explicación por su aparente error.
- Siendo miembro de la Iglesia, no acepta todo lo ella enseña y escoge lo que más le conviene. Propone nuevas formas de entender el evangelio y dice con mucha frecuencia frases como “Dios conoce mi corazón”, “Dios entiende”, etc.
- No vive una vida sacramental, porque esta requiere compromiso. Para el soberbio es muy difícil, el poder aceptar que su salvación no depende de sus carismas y dones sino de la Gracia y de los Sacramentos
- Su soberbia lo puede conducir al ateísmo. La soberbia es una característica del Ateo. No existe ateo en la faz de la tierra, que no sea soberbio. Ellos creen que solo por sus conocimientos humanos puede llegar a conocer toda la verdad.
- El soberbio jamás pondrá creer que el pan y el vino se convierten en el cuerpo y sangre de Cristo.
- Todo lo que es pequeño y humilde le molesta. Quiere ir anunciando todo lo que hace y piensa, para que otros lo vean y no por el bien del acto.
- La prioridad del Soberbio es su bienestar y en su mayoría, buscan todo tipo de beneficios materiales (económicos, lujos, comodidades).
- La inseguridad es parte del soberbio y lo acompaña a donde quiera que va. El soberbio siempre se está comparado con otros para asegurarse que está en primer lugar, busca ser aprobado y ser el centro de atención.
Debo de mencionar que fue un acto de soberbia lo que hizo Satanás, cuando decidió revelarse contra Dios, pensando que él lo podía hacer todo mejor. El soberbio imita a Satanás al auto proclamarse mejor que todos, incluyendo a Dios. Se convierte en apostata y se olvida que él no es Dios. Podrá decir que ama a Dios, pero lo rechaza con todo su ser.
¿Cuál es el síntoma principal de la soberbia?
El primer síntoma de la soberbia es la justificación. Todos nos hemos encontrados en momentos de soberbia, cuando no hemos querido aceptar la corrección o pensamos que fuimos correcto, aunque sea muy obvio que no lo hemos sido. Nuestro Señor dice, que seamos humildes y manso como El. Si no podemos tener humildad de aceptar nuestro lugar como Hijos de Dios; jamás podremos vivir una vida cristiana coherente. Nuestras acciones, decisiones e ideas deben de tener coherencia con nuestra fe. Recuerda que la justificación es el primer síntoma de la soberbia. ¿Cuantas veces le has echado la culpa a los demás o a las circunstancias por tus acciones? ¿Cuantas oportunidades de poder auto analizarse y de poder mirarte a la luz de Jesus has rechazados, porque piensas que estas en lo correctos? Todos los años, miles de matrimonios se rompen, por culpa de la soberbia. También son miles las relaciones de hijos y padres que se terminan por culpa de la soberbia. No podemos permitir que nuestros oídos sordos y nuestra ceguera nos lleven a la perdición.
¿Cuál es el antídoto contra la soberbia?
La lista que enumeramos debe de servirnos de guía para poder observar en que hemos fallado y comenzar a corregir estos malos hábitos y conductas. No olvides que el antídoto para la soberbia es la HUMILDAD.
En Cristo Luis Roman
Santa Maria ora pro nobis
Recursos:
- JOSEPH F. DELANY Transcrito por Jim Holden Traducido por Francisco Vázquez (definición soberbia enciclopedia católica)
- Suma Teológica Segunda Parte de la Segunda Parte. Cuestión 162 Artículos 2,3 y 4.
- Catecismo de la Iglesia Catolica