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Las 4 prefiguraciones de Cristo en el libro de Números (Antiguo Testamento)

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San Pablo cita constantemente las prefiguraciones de Cristo del libro de Números. El libro de Números en hebreo, es llamado “En el desierto”. A medida que avanzamos más allá de la introducción numérica, encontramos una teología profunda y una analogía para nuestra vida de cuarenta años “en el desierto”. También es el libro perfecto para la meditación de la Cuaresma en la cual pasamos cuarenta días “en el desierto” con Cristo.
El sentido bíblico más antiguo de el numero 40 es probablemente un tiempo en que Dios ejerce su fuerza amenazadora con vistas a la conversión. Este fue exactamente el mensaje de Cristo, uno de conversion.  Ésta es la primera prefiguración de Cristo en este libro.

La segunda prefiguración es el maná. Según la Biblia, el maná tenía un aspecto similar al culantro, blanco, y su sabor parecido a hojuelas con miel​.  El pueblo de Israel se acercó y lo recogió, lo molió en molinos, lo hirvió en ollas y lo hizo tortas; y su sabor era como el sabor de los pasteles horneados con aceite.  Cuando el rocío cayó sobre el campamento, también cayó el maná.

 Nuestros padres comieron el maná en el desierto; como está escrito, ‘Él les dio a comer pan del cielo’”. Jesús entonces les dijo: “De cierto, de cierto os digo, no fue Moisés quien les dio el pan del cielo; mi padre te da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que desciende del cielo y da vida al mundo.” (Juan 6: 31-33)

La tercera prefiguración es cuando Moisés golpea la roca que luego comenzó a brotar agua.

Y Moisés levantó su mano y golpeó la roca con su vara dos veces, y salió agua abundantemente, y la congregación bebió y su ganado. Y el SEÑOR dijo a Moisés y a Aarón: “Porque no creísteis en mí para defenderme como santo ante los ojos del pueblo de Israel, por lo tanto, no traerás esta asamblea a la tierra que les he dado”. Números 20:11

 “y bebieron la misma bebida espiritual; el agua brotaba de una roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.” 1 Corintios 10: 4

San Pablo nos explica en los versos anteriores de 1 corintios, como la roca, que fue golpeada por Moisés, prefiguraba a Cristo, la nueva roca. Debemos recordar que del cuerpo de Jesus después de muerto salió sangre, pero también salió Agua, y esto sucedió cuando el centurión traspaso el cuerpo de Cristo con la lanza. El cuerpo del Señor fue trapazado una sola vez y no dos veces por la lanza. Este hecho nos da a entender, el por qué Dios se enojó tanto con Moisés, por golpear la Roca dos veces. No fue solamente por desobedecer la instrucción, sino porque el suceso debió de haber sido similar al suceso que iban a sucederle al Mesías.

  Y por último la cuarta prefiguración es la selección del sucesor de Moisés: Josué

“Y el Señor le dijo a Moisés: ‘Toma a Josué, hijo de Nun, un hombre en quien está el espíritu, y pon tu mano sobre él'”. Números 27:18

Aquí está el nombre de Josué en el griego AT: Ησοῦς

Aquí está el nombre de Jesús en el griego NT: Ησοῦς

Mismo nombre en griego. La importancia tipológica es que “Jesús” (el Mesías) es el sucesor de Moisés.

Muy parecido a Moisés, Jesus el nuevo Moisés, nos libró de la esclavitud del pecado, nos llevó a través de las aguas del Bautismo, nos dejó un nuevo mandamiento y nos mostró el camino a la Tierra prometida (el paraíso).

Así que aquí las tienen, las cuatro prefiguraciones de Cristo en el libro de Números. Estaré discutiendo y compartiendo con ustedes las otras prefiguraciones de Cristo del Viejo Testamento en otra ocasión.

Que ojalá estos hechos nos sirvan para no dudar que Cristo es el Mesías esperado y que nos muestre que Dios tiene su plan de salvación para la humanidad previsto, desde el comienzo de la existencia.

En Cristo, Luis Roman

Santa María ora pro nobis

Recursos:

  • Catecismo Iglesia Católica
  • Taylor Marshall blog