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¿Qué es el Pecado mortal?

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Es la transgresión voluntaria de la ley de Dios en materia grave”.

Para que haya pecado mortal se requieren tres condiciones:

  1. Materia grave: «La materia grave es precisada por los Diez mandamientos según la respuesta de Jesús al joven rico: “No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes testimonio falso, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre” (Marcos 10, 19)» (Catecismo Iglesia Católica, 1858). Los pecados capitales son: lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia, soberbia.
  2. Pleno conocimiento: “Presupone el conocimiento del carácter pecaminoso del acto, de su oposición a la Ley de Dios” (Catecismo Iglesia Católica, 1859).
  3. Pleno consentimiento: “Implica también un consentimiento suficientemente deliberado para ser una elección personal” (Catecismo Iglesia Católica, 1859).

Efectos del pecado mortal:

El pecado mortal expulsa a Dios de nuestra alma. No olvidemos que el que habite Dios en nosotros es ya un anticipo de la dicha celestial, esto quiere decir que el perder a Dios y no tenerlo en nuestra alma es un preámbulo de la eterna condenación.

El pecado mortal es un suicidio espiritual porque perdemos la gracia santificante que es la única que nos puede librar de caer de la tentación.

El pecado mortal opaca todas las obras de caridad que hicimos en el pasado. Estando en pecado mortal no podemos merecer el Cielo, todas nuestras obras son en vano porque no estamos en Gracia.

El Catecismo dice: “Si no es rescatado por el arrepentimiento y el perdón de Dios (el pecado mortal), causa la exclusión del Reino de Cristo y la muerte eterna del infierno” (numeral 1861).

Si nos encontramos en Pecado Mortal debemos de arrepentirnos y pedir perdón. Tenemos que recurrir al sacramento de la confesión o reconciliación para así poder recibir de nuevo nuestro estado de Gracia y recuperar la Identidad de Hijos de Dios, Hermanos de Cristo y Templos del Espíritu Santo.

En Cristo, Luis Roman

Santa María ora pro nobis