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La caída de la humanidad y el Buen Samaritano (Según San Agustín)

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La Parábola del Buen Samaritano narrada por Jesús en LUCAS 10,29-37, es mucho más que un hombre asaltado por ladrones, ignorado por unos y atendido por el Samaritano. La Parábola muestra la caída de la humanidad, las razones de la caída y como el Señor viene al rescate. También está historia nos muestra, cómo debemos de actuar para así poder ser prójimo para todos y ver al prójimo en todos.

San Agustín nos dejó diferentes documentos con múltiples claves para entender el verdadero significado de la parábola del Buen Samaritano. Aquí les comparto las más predominantes a mi entender.

“Jerusalén, que se interpreta visión de la paz, representa el paraíso; porque antes que el hombre pecara, estaba en la visión de la paz, esto es, en el paraíso. Todo lo que veía era paz y alegría; pero bajó de allí (como humillado y abatido por el pecado) hacia Jericó, esto es, al mundo, en donde todo lo que nace, desaparece como la luna.” Hypognosticon lib. 3.

“Cayó, pues, en poder de los ladrones, esto es, del diablo y sus ángeles, que por la desobediencia del primer hombre despojaron al género humano del ornato de la inocencia; y le hirieron, incapacitándolo para el buen uso de su libre albedrío. Por esto sigue: “Los cuales le despojaron, y, después de haberle herido, se fueron”. Le hicieron una llaga, induciéndole al pecado; y a nosotros más, porque al pecado que hemos contraído añadimos muchos pecados.”San Agustín, ut sup

“Despojaron al hombre de la inmortalidad; y, cubriéndolo de llagas (inclinándolo al pecado), lo dejaron medio muerto, porque por la parte que puede entender y conocer a Dios es hombre vivo; mas por la parte que sucumbe y es oprimido por el pecado es hombre muerto; y esto es lo que se añade: “Dejándole medio muerto”.” De quaest. Evang., lib. 2, q. 19. O

“Estaba medio muerto el movimiento vital (esto es, el libre albedrío), herido el cual no era suficiente para volver a la vida eterna que había perdido. Por esto se encontraba tendido, porque no le bastaban sus propias fuerzas para levantarse, sino que necesitaba un médico para sanar (esto es, a Dios)” San Agustín, Hypognosticon lib. 3.

“En el sacerdote y en el levita se representan los dos tiempos, el de la Ley y el de los Profetas; en el sacerdote la ley, por la cual se instituyeron el sacerdocio y los sacrificios; en el levita los vaticinios de los profetas, en cuyo tiempo no pudo curarse la humanidad, porque la ley daba a conocer los pecados, pero no los perdonaba.”San Agustín, ut sup.

“Porque el hombre, que bajaba de Jerusalén a Jericó, era israelita; y entonces puede entenderse que el sacerdote que pasó cerca de él era su prójimo por la raza y que el levita que le despreció era también de su raza” De Verbo Dom., serm. 37. O

“Pero un samaritano, lejano por la raza, próximo por la misericordia, hizo lo que sigue: “Mas un samaritano, que iba su camino, llegó a él”, etc. Nuestro Señor Jesucristo quiso ser representado por ese samaritano. En efecto, samaritano quiere decir guarda, y de El se dice: “No dormitará ni dormirá el que guarda a Israel” (Ps 120,4), porque resucitando de entre los muertos ya no muere (Rm 6,9) Finalmente, cuando se le dijo: “Porque samaritano eres, y tienes demonio” (Jn 8,48); negó que tuviese demonio, puesto que expulsaba a los demonios; pero no negó que era el guarda del enfermo.” San Agustín ut sup

“¿Qué cosa más distante, ni más apartada que Dios de los hombres, el inmortal del mortal, el justo de los pecadores, no lejos no por el espacio, sino por la desemejanza? Como tenía en sí dos bienes (la justicia y la inmortalidad), y nosotros dos males (la injusticia y la mortalidad), si hubiese tomado dos males, sería nuestro igual, y hubiera tenido necesidad de libertador para nosotros. Para ser, pues, no lo que nosotros, sino estar cerca de nosotros, no se hizo pecador como nosotros, sino que se hizo mortal como nosotros; tomando sobre sí la pena, no la culpa, y borrando la pena y la culpa.” De verb. Dom. serm 37

“El vendaje de las heridas representa la represión de los pecadores; el óleo es el consuelo de la buena esperanza, dada por el perdón para la reconciliación de la paz; el vino es exhortación para obrar fervientemente en el Espíritu” De quaest. evang. 2, 19.

“Su jumento es la carne en la que se dignó venir a nosotros. Ser puesto sobre el jumento es creer en la encarnación de Cristo.” De quaest. Evang., lib. 2, cap. 19.

“Los dos denarios también representan los dos preceptos de caridad que recibieron los apóstoles del Espíritu Santo para predicar la promesa de la vida presente y de la futura.”De quaest. evang. 2, 19.

“Vemos por esto que el prójimo es aquel a quien debemos prestar asistencia y misericordia, si la necesita, o a quien la deberíamos prestar si la necesitase. De lo cual se deduce que aquel de quien debemos recibirla es también nuestro prójimo; pues la palabra prójimo es relativa, y ninguno es prójimo sin reciprocidad. Pero ¿quién no ve que a nadie debe negarse el oficio de caridad, cuando dice el Señor: “Haced bien a los que os aborrecen” (Mt 5,44)? Además, es manifiesto que este precepto de amar al prójimo se extiende hasta los santos ángeles, que nos dispensan tantos beneficios de caridad. También el mismo Señor quiso llamarse nuestro prójimo, dando a entender que fue El quien ayudó al que estaba medio muerto tendido en el camino” De doctr.christ. 1, 30

En conclusión podemos ver como nuestro Señor nos muestra como ser prójimo y ver en todos al prójimo en la Parábola del Buen Samaritano pero también nos muestra como Nuestro Dios ha sido siempre nuestro prójimo sin importar si hemos caídos en manos del pecado. Ya que hemos sido rescatado debemos seguir su consejo “Haz tu lo mismo”

Aquí les comparto una meditación de la parábola del Buen Samaritano.

En Cristo, Luis Román/ Santa María ora pro nobis

Para ver en YouTube: https://youtu.be/wSWCW9KOQ-A

Para escuchar el Audio solamente.

Foto: Rembrandt  (1606–1669) Blue pencil.svg wikidata:Q5598 s:en:Author:Rembrandt Harmenszoon van Rijn q:en:Rembrandt Rembrandt: The Good SamaritanTitleThe Good Samaritan