La Trampa de la Nueva Era

by Luis Roman

La Nueva Era es un conjunto de prácticas espirituales que se apoya en múltiples filosofías y religiosidades, en su mayoría orientales. Hay un sin número de creencias, ritos, cultos, prácticas y supersticiones. Todas apoyadas en el relativismo.

La Nueva Era:

No tiene un fundador, no tiene cabeza.
No tiene un libro sagrado con su doctrina, pues no tiene una doctrina determinada; todo entra dentro de la Nueva Era, toda creencia es válida.
No tiene una estructura jerárquica organizada: difunde una falsa tolerancia.
No tienen dogmas o mandamientos fijos/ Es un relativismo moral.
No tiene un sistema religioso o filosófico propio: reúne incluso filosofías que se contradicen entre sí.

El Catecismo de la Iglesia Católica numeral 28 dice: “De múltiples maneras, en su historia, y hasta el día de hoy, los hombres han expresado su búsqueda de Dios por medio de sus creencias y sus comportamientos religiosos (oraciones, sacrificios, cultos, meditaciones, etc.). A pesar de las ambigüedades que pueden entrañar, estas formas de expresión son tan universales que se puede llamar al hombre un ser religioso”

Así que reconocemos que el hombre es un ser religioso por naturaleza. El Demonio utiliza esta realidad para alejar al hombre del verdadero Dios. Satanás sabe que la fe es importante para el hombre, así que él no necesita tentar al hombre a ser antirreligioso, sino que lo tienta a desviar su mirada hacia Dios y ponerla en miles de objetos, personas, prácticas y en sí mismo.

Raíces e Historia de la Nueva Era (Texto 10. La gran mentira de la Nueva Era del Libro Totus Tuu)

La raíz de la Nueva Era es el gnosticismo. El término griego es gnosis: conocimiento y se puede definir como conocimiento oculto, solo para algunos, para elegidos e iluminados.

En el siglo XIII aparecerán los cátaros, que significan “los puros” -estos fueron combatidos por Santo Domingo de Guzmán-, quienes continuarán con la herejía del gnosticismo.

A finales del siglo XX explota la corriente que nosotros vamos a llamar Nueva Era; ésta nace luego de pasar dos guerras mundiales, luego la guerra de Vietnam. El mundo comienza a creer que la religión nos divide y el problema son las fronteras. Comienzan a creer que lo que necesitamos es una sola religión, un sólo orden mundial, un solo Dios, sin jerarquías.

La humanidad quiere pasar de una era donde todo es fijo, donde hay dogmas, verdad, reglas, autoridad, diferencias a una era nueva donde todo fluye, donde se enaltece la libertad, donde hay pluralismo, diversidad, tolerancia, igualdad etc.

“El trasfondo filosófico de todo este movimiento se halla en el fenómeno de la postmodernidad que niega el principio de la razón, por eso abunda la explosión de irracionalismos… ahora cuenta la intuición, el deseo, la pasión, la fantasía” (RESTREPO, Marino. Los católicos y el impacto de la Nueva Era. Tomo I. P. 8.)

Sus promotores hablan de cuatro grandes eras; que, según ellos, se rigen por las estrellas y la posición de los astros:

Era de Tauro (4230 a.C): época en que los Israelitas adoraban becerros, por ello recibe este nombre.
Era de Aries (2160 a.C): el pueblo de Israel empieza a ofrecer corderos en sacrificio.
Era de Piscis (Año 0): dominada por el cristianismo.
Era de Acuario o Nueva Era (2026 d.C): esta era se encuentra representada por el signo zodiacal de Acuario, cuyo símbolo es un hombre con un cántaro de agua, la cual se está derramando, de manera que forma una corriente. Esto quiere decir, que la Era de Acuario o Nueva Era, es un tiempo donde todo fluye, todo cambia, donde no hay más cosas fijas, y donde desaparecerá el cristianismo. Este es su objetivo.

“El dragón vomitó de su boca como un río de agua, detrás de la mujer, para arrastrarla con su corriente” (Apocalipsis: 12,15). La Nueva Era es esa corriente de agua que quiere arrasar con la Iglesia Católica.

Mentiras y falsas promesas de la Nueva Era

“y le dijo la serpiente a la mujer: no moriréis, es que sabe Dios que el día que comáis del fruto del árbol se os abrirán los ojos y seréis como dioses, también conoceréis el bien y el mal” (Génesis: 3,4-6).

Las cuatro mentiras del demonio fueron:

No moireis
Se os abrirán los ojos
Seréis como dioses
Conociereis el bien y el mal

La primera mentira: no moriréis

“El hombre muere una sola vez y después viene para él el juicio” (Hebreos 9:27). La nueva Era opuesto a la Resurrección del cuerpo por Cristo y a lo que enseña la fe cristiana, que el alma es eterna y que puede que sufra eternamente en el infierno o viva bienaventurada con Dios eternamente, promueve que el hombre muere, pero que su alma pasa a otro cuerpo, ya sea humano o animal, y así muere varias veces hasta llegar al Nirvana o estado de fusión con dios.

El bienestar es un pilar en la Nueva Era. Para ellos la medicina tradicional es solo para lo físico y no trasciende al espíritu, no es integral. Entonces promueven la medicina holística, alternativa (acupuntura, radiestesia, homeopatía), la creencia de que la mente puede sanar el cuerpo. La enfermedad y el sufrimiento se ve como algo que va en contra de la naturaleza.

La Segunda mentira: se os abrirán los ojos

La Nueva Era recurre grandemente al esoterismo, el espiritismo, la adivinación; hay una fascinación en el hombre por conocer lo oculto, lo pasado, lo futuro, con el fin de manipularlo y cambiarlo.

“Todas las formas de adivinación deben rechazarse: el recurso a Satán o a los demonios, la evocación de los muertos, y otras prácticas que equivocadamente se supone “desvelan” el porvenir (cf Dt 18, 10; Jr 29, 8). La consulta de horóscopos, la astrología, la quiromancia, la interpretación de presagios y de suertes, los fenómenos de visión, el recurso a “médiums” encierran una voluntad de poder sobre el tiempo, la historia y, finalmente, los hombres, a la vez que un deseo de granjearse la protección de poderes ocultos. Están en contradicción con el honor y el respeto, mezclados de temor amoroso, que debemos solamente a Dios.” Catecismo Iglesia Católica 2116

La Tercera mentira: seréis como dioses: Para la Nueva Era Dios es una energía.

“energías positivas” y “energías negativas”,
hasta llegar a enseñar que todo es dios (panteísmo).

La doctrina católica nos enseña que Dios no es una energía impersonal, sino un Ser personal que nos ama; y que Dios no es todo, sino el creador de todo.

“La Nueva Era suele presentarse a través de muchos rostros, muchas formas, infinidad de manifestaciones que buscan un objetivo común: lograr que el hombre se auto idolatre, que el hombre sea Dios por su propia cuenta… La Nueva Era propone una simetría diametralmente opuesta que es la siguiente: ‘A la religión del Dios que se hace hombre, curiosamente tenemos hoy la religión del hombre que pretende ser Dios’” (RESTREPO, Marino. Los católicos y el impacto de la Nueva Era. Tomo I. P. 8.)

Como consecuencia, pregona la auto salvación, la cual se consigue gracias al propio esfuerzo de superación; aquí entra todo lo relacionado con auto superación, auto realización, etc. Esta enseñanza es contraria a la fe cristiana, pues la salvación es un don de Dios, que nos es dado en Jesucristo.

Cuarta mentira: “conoceréis el bien y el mal”: la Nueva Era no tiene una exigencia moral, no exige cambio ni conversión. No se habla aquí de pecado, es el hombre el que decide lo que es bueno y lo que es malo; lo importante no es la verdad, es sentirse bien. La Nueva Era se convierte en un excelente refugio para aquellas personas que tienen una situación moral difícil y no quieren salir de ella, pues se pueden convertir en personas “profundamente espirituales” sin tener que salir de su pecado.

Etapas de penetración

Iglesia no – Cristo sí: con pensamientos como: “la religión divide”, “paz y amor”, “tolerancia”, busca quitar a la Iglesia de en medio. La Nueva Era quita a las personas la protección y orientación de su Madre la Iglesia, para luego confundirlas y enredarlas.

Cristo no – Dios sí: la Nueva Era pregona que Cristo es un maestro, un iluminado que descubrió que podía ser Dios; lo toma como un profeta de la talla de Mahoma, Gandi, Buda. En cambio, te invita a creer en un Dios difuso, impersonal, cósmico, un Dios a tu manera y según tus necesidades.

Dios no – “Yo si”: La Nueva Era quiere llevar al hombre a auto idolatrarse, a descubrir que la divinidad reside en él y que él lo puede todo.

Cuando el hombre pretende ser dios y se estrella contra la realidad, con la infinitud de sus limitaciones e impotencias, comprende que ha fracasado y que ha sido víctima del engaño, y de la fantasía.

“La nueva era se debe juzgar en su totalidad. No es posible aislarla o aceptar algunos de sus elementos o prácticas por insignificante que parezcan ya que esta pretende abarcarlo todo, permearlo todo, construir un nuevo orden mundial.” Jesucristo Portador de Agua Viva. Una reflexión cristiana sobre la Nueva Era. Consejo Pontificio de la Cultura. Consejo Pontificio para el diálogo interreligioso, 2003.

“Donde está María no puede estar el espíritu del maligno […] Siendo así que -según dicen la Iglesia y el Espíritu Santo que la dirige- María sola ha dado muerte a todas las herejías, -por más que los críticos murmuren-, jamás un fiel devoto de María caerá en herejía o ilusión, al menos formales. Podrá, tal vez -aunque más difícilmente que los otros-, errar materialmente, tomar la mentira por la verdad y el mal espíritu por el bueno… pero, tarde o temprano, conocerá su falta y error material, y cuando lo conozca, no se obstinará en creer y defender lo que había tenido por verdadero.” San Luis Maria de Monfort Tratado de la Verdadera Devoción, nn. 166-167.

Debemos estar atento a las señales conociendo nuestra fe católica y lo que ella nos enseña. Debemos amar todo lo que Nuestro Señor nos reveló, para así poder vivir una vida auténticamente cristiana en la fe universal católica. El ignorante puede caer en estas trampas de la Nueva Era de una manera fácil.

Jesus venció las 4 mentiras del demonio

Mirando a la Cruz podremos ver que Jesus venció las 4 mentiras del demonio, derrotándolas durante su pasión y muerte.

(No moriréis) Dios siendo eterno acepto la muerte y una muerte de Cruz. La vida Eterna viene del Padre y es por lo que Jesus fue exaltado porque negándose a si mismo lo que era de Él, recibió del Padre lo justamente merecido por su obediencia (Filipenses 2:8).
(Se os abrirán los ojos) Jesus en su sacrificio y con el derramamiento de su sangre, siendo el cordero que quita el pecado del mundo abrió las puertas del cielo y nos quito el velo que nos separaba o no nos permitía ver al Padre (Mateo 27:51).
(Seréis como dioses) Jesus siendo Dios renunció a su poder de Dios voluntariamente mostrando así el camino a seguir para poder llegar a El o sea a Dios. “El, siendo de condición divina, no se apegó a su igualdad con Dios, sino que se redujo a nada, tomando la condición de servidor, y se hizo semejante a los hombres. Y encontrándose en la condición humana, se rebajó a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte en una cruz. Por eso Dios lo engrandeció y le dio el Nombre que está sobre todo nombre,” Carta a los Filipenses, 2: 6 -11
(Conoceréis el bien y el mal) Jesus siendo la ley misma se sujetó a ella y fue obediente. A través de sus consejos mostro lo que es bueno y malo. Con sus milagros y sobre todo con la institución de los Sacramento comenzó su obra de restauración y de orden. Jesus hizo todas las cosas nuevas o sea buenas en su Gracia (Isaías 43:19 / Apocalipsis 21:5). El hombre no tiene el poder para escoger y decidir que es bueno o malo.

Sigamos a la Santísima Virgen hacia la Cruz donde esta su Hijo, para así poder mirar a Nuestro Salvador y reconocer si nuestras vidas han sido atrapadas por las mentiras del demonio. Estando al pie de la Cruz al lado de Maria, podremos ver nuestra esperanza, que descansa en el Señor, quien pagó con sangre el precio de nuestros pecados para que alcancemos la verdadera libertad y felicidad en Dios

En Cristo Luis Roman

Santa Maria ora pro nobis

Recurso: Texto 10. La gran mentira de la Nueva Era del Libro Totus Tuu

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