“…y le dijo la serpiente a la mujer: no moriréis, es que sabe Dios que el día que comáis del fruto del árbol se os abrirán los ojos y seréis como dioses, también conoceréis el bien y el mal” (Génesis: 3,4-6).

Las cuatro mentiras del demonio fueron:

1. No moireis
2. Se os abrirán los ojos
3. Seréis como dioses
4. Conociereis el bien y el mal

Mirando a la Cruz podremos ver que Jesus venció las 4 mentiras del demonio, derrotándolas durante su pasión y muerte.

1. (No moriréis) Dios siendo eterno acepto la muerte y una muerte de Cruz. La vida Eterna viene del Padre y es por lo que Jesus fue exaltado porque negándose a sí mismo lo que era de Él, recibió del Padre lo justamente merecido por su obediencia (Filipenses 2:8).
2.  (Se os abrirán los ojos) Jesus en su sacrificio y con el derramamiento de su sangre, siendo el cordero que quita el pecado del mundo abrió las puertas del cielo y nos quitó el velo que nos separaba o no nos permitía ver al Padre (Mateo 27:51).
3. (Seréis como dioses) Jesus siendo Dios renunció a su poder de Dios voluntariamente mostrando así el camino a seguir para poder llegar a Él o sea a Dios.  “El, siendo de condición divina, no se apegó a su igualdad con Dios, sino que se redujo a nada, tomando la condición de servidor, y se hizo semejante a los hombres. Y encontrándose en la condición humana, se rebajó a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte en una cruz. Por eso Dios lo engrandeció y le dio el Nombre que está sobre todo nombre,” Carta a los Filipenses, 2: 6 -11
4. (Conoceréis el bien y el mal) Jesus siendo la ley misma se sujetó a ella y fue obediente. A través de sus consejos mostro lo que es bueno y malo. Con sus milagros y sobre todo con la institución de los Sacramento comenzó su obra de restauración y de orden. Jesus hizo todas las cosas nuevas o sea buenas en su Gracia (Isaías 43:19 / Apocalipsis 21:5). El hombre no tiene el poder para escoger y decidir que es bueno o malo.

Sigamos a la Santísima Virgen hacia la Cruz donde está su Hijo, para así poder mirar a Nuestro Salvador y reconocer si nuestras vidas han sido atrapadas por las mentiras del demonio. Estando al pie de la Cruz al lado de Maria, podremos ver nuestra esperanza, que descansa en el Señor, quien pagó con sangre el precio de nuestros pecados para que alcancemos la verdadera libertad y felicidad en Dios

En Cristo Luis Roman

Santa Maria ora pro nobis

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