Reflexión Dominical: Jesús la puerta estrecha

by Luis Roman

Jesús es “la puerta estrecha”, el único camino de salvación, el camino por el cual todos deben andar para entrar en el reino del Padre (Juan 14: 6).

En Jesús, Dios ha venido, como promete en la primera lectura de esta semana (Isaías 66: 18–21), para reunir a todas las naciones de todos los idiomas y revelarles su Gloria.

El Reino de Dios se proclamó primero a los israelitas y luego a los gentiles (Romanos 1:16; Hechos 3: 25–26), los que han venido de los cuatro rincones de la tierra para formar el nuevo pueblo de Dios; en otras palabras, la Iglesia Católica (Isaías 43: 5–6; Salmo 107: 2–3). La salvación es para todos los pueblos. Mas que una sola lengua hablando el lenguaje del amor debemos estar unido al Hijo en su cuerpo místico. Nada tiene valor sino es hecho dignamente como si fuera para el Señor.

Nos advierte Jesús que muchos perderán su lugar en la mesa celestial (Lucas 13:22-30). Al negarse a aceptar el camino angosto y estrecho, y se volverán desconocidos para el Padre (Isaías 63: 15–16). Jesús nos recuerda que no se trata solo de estar en la mesa, sino que debemos ser dignos para permanecer en ella. Esto lo logramos escuchando Su voz. También lo conseguimos no buscando los bienes naturales, sino que buscando los celestiales. Debemos desprendernos de todo, para poder estar liviano y poder pasar por la puerta angosta.

En el Evangelio de esta semana le hacen la pregunta al Señor de si es verdad que serán pocos lo que se salvan. El Señor no responde directamente, pero si dice; traten de pasar por la puerta angosta. Las dos palabras claves son traten y angosta. Definitivamente podemos tratar, pero solo lo conseguiremos con Cristo y el hecho de que sea angosta quiere decir que requiere trabajo, preparación y posiblemente sufrimiento.

No queremos ser contados entre aquellos de manos caídas y rodillas débiles (Isaías 35: 3). En el Evangelio de hoy nuestro Señor también nos dice, como algunos tocaran a la puerta y no se les abrirá. Entonces, debemos luchar y batallar para entrar por la puerta angosta y el Único camino para poder pasar es el Hijo amado del Padre del Cielo.

San Pablo dice en la Epístola de esta semana (hebreos 12: 5–7, 11–13) que por nuestras pruebas sabemos que realmente somos hijos e hijas de Dios. Nos recuerda también san Pablo que estamos siendo disciplinados por nuestras aflicciones, y fortalecidos para caminar por ese camino recto y estrecho, para que así podamos entrar por la puerta angosta y poder participar en el banquete con el Señor.

En Cristo Luis Roman

Santa Maria ora pro nobis

Aquí les dejo una meditación sobre este Evangelio titulada “Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?” Puedes ver el video o escuchar el audio.