En el Antiguo Testamento encontramos a Dios que parece que está sujeto a limitaciones humanas como la ira, el olvido, etc. ¿Cómo puede nuestra razón ayudarnos a explicar estos pasajes a un ateo o quizás un católico?
Para esta publicación he elegido Job 4: 9 “Por el aliento de Dios perecen, y por el estallido de su ira llegan a su fin”. Dos aspectos de este pasaje me llamaron mi atención. Primero, eso de hablar del aliento de Dios. Esto suena como que Dios es un ser humano. Segundo, es la palabra “ira” que puede hacernos creer que Dios no puede controlar su temperamento.
Hay ciertos detalles de las Sagradas Escrituras en su totalidad y acerca de Dios que debemos entender claramente, para así poder explicar este pasaje a un ateo o incluso a alguien que no conoce las Sagradas Escrituras. Creo que es muy importante entender que toda la Biblia trata de un Dios. Dios es siempre el mismo. Mucha gente parece tener dificultades para reconciliar al “Dios enojado” del Antiguo Testamento y al “Dios misericordioso” del Nuevo Testamento. No podemos olvidar que el mismo Dios que hizo la fe también hizo la razón. Y como Santo Tomás de Aquino nos dice por esa razón, la fe y la razón, la fe correctamente creída, y la razón correctamente razonada no pueden contradecirse”.
Para mostrar a un Dios que es omnipotente y la sabiduría en sí misma, debemos entender que la Biblia no muestra a Dios cambiando de opinión o planes o no teniendo el control de los acontecimientos en la historia. Por el contrario, la Biblia nos muestra las razones de los actos de Dios en el tiempo e ilumina su verdadero significado.
El pasaje del Libro de Job habla sobre el juicio divino y sobre cómo el mal grandioso y poderoso será castigado. Creo que todos estamos de acuerdo en que el mal no es bueno, por lo que podemos ver en este pasaje a Dios haciendo un “acto justo” por el bien de la humanidad. Está enojado porque no es lo que se planeó. A los humanos se les ha otorgado el don del libre albedrío. Este regalo les fue dado por el mismo Dios, que parece estar actuando en venganza. Pero no; este acto de ira conlleva justicia. Las acciones hechas por Dios deben ser fuertes y como dice el pasaje; Como una explosión de ira, todos los males finalmente llegarán a su fin. Este pasaje muestra cuán misericordioso es Dios al devolver a cada uno de nosotros, de acuerdo con nuestras acciones.
En conclusión, “Dios, el inspirador y autor de ambos Testamentos, dispuso sabiamente que el Nuevo Testamento se ocultara en el Antiguo y que el Antiguo se manifestara en el Nuevo. Porque, aunque Cristo estableció el nuevo pacto en Su sangre (ver Lucas 22:20; 1 Cor. 11:25), aún los libros del Antiguo Testamento con todas sus partes adquieren y muestran su significado completo en el Nuevo Testamento (ver Mateo 5:17; Lucas 24:27; Rom. 16: 25-26; 2 Cor. 14:16) y a su vez arrojan luz sobre Dios y su plan “. (Dei Verbum 16)
En Cristo Luis Roman
Santa Maria ora pro nobis
