Una de las preguntas que probablemente nos hacían los adultos cuando pequeños o que nosotros de adultos preguntamos a los pequeños es que profesión quisieran tener cuando sean mayor.
Un dia, cuando los tres pastores y videntes de las apariciones de Nuestra Señora en Fátima ya se habían convertido en el objeto de la curiosidad pública, dos señoras preguntaron a Francisco (uno de los tres videntes) que profesión deseaba tener cuando fuera mayor: ¿molinero?, ¿ militar?, ¿ sabio? Invariablemente, él respondía:
-No, señoras.
– Ya sé lo que tu quieres ser: sacerdotes…Decir Misa, predicar la palabra de Dios y a Nuestra Señora…,rezar en la iglesia…, ¿no es verdad, Francisco?
– No, señora, no quiero ser Sacerdote.
– Entonces, ¿ qué es lo que quieres ser?
– No quiero ser nada. Quiero morir e ir al cielo.
Estos sentimientos los tenía Francisco, recientemente proclamado santo, porqué la Santísima Virgen le hizo la promesa de que se lo iba a llevar al cielo pronto.
Nosotros no conocemos el día ni la hora en que seremos llamados a comparecer delante del Señor. Si viviéramos una verdadera vida de gracia… ¿No deberían ser estos nuestros deseos y sentimientos?
Que el Espíritu Santo nos ilumine a ver con claridad como pudo ver San Francisco de Portugal.
En Cristo Luis Román
Santa María ora pro nobis