Tomado del Catecismo mayor de San Pío X CAPITULO VI
DEL QUINTO ARTÍCULO (“Descendió a los infiernos: al tercer día resucitó de entre los muertos”)
116.- Qué nos enseña el quinto artículo: DESCENDIÓ A LOS
INFIERNOS: AL TERCER DÍA RESUCITÓ DE ENTRE LOS
MUERTOS? – El quinto artículo del Credo nos enseña: que el alma de
Jesucristo, separada ya del cuerpo, fue al Limbo de los Santos Padres y que
al tercer día se unió de nuevo a su cuerpo para no separarse jamás.
117.- ¿Qué se entiende aquí por Infierno? – Por infierno se entiende aquí
el Limbo de los Santos Padres, es decir, el lugar donde las almas de los
justos eran recogidas y esperaban la redención de Jesucristo.
118.- ¿Por qué las almas de los Santos Padres no fueron introducidas
en el cielo antes de la muerte de Jesucristo? – Las almas de los Santos
Padres no fueron introducidas en el cielo antes de la muerte de Jesucristo
porque por el pecado de Adán el cielo estaba cerrado, y convenía que el
primero que entrase en él fuese Jesucristo, que con su muerte lo abrió de
nuevo.
119.- ¿Por qué Jesucristo quiso dilatar hasta el tercer día su propia
resurrección? – Jesucristo quiso dilatar hasta el tercer día su propia
resurrección para mostrar con evidencia que verdaderamente había muerto.
120.- ¿Fue la resurrección de Jesucristo semejante a la resurrección de
los otros hombres resucitados? – No, señor; la resurrección de Jesucristo
no fue semejante a la resurrección de los otros hombres resucitados, porque Jesucristo resucitó por su propia virtud, y los demás fueron resucitados por la virtud de Dios.
Fuente: CATECISMO MAYOR Prescrito por San Pío X el 15 de julio de 1905 Edición de 1973