La correlación entre los siete signos del Evangelio de Juan y los siete sacramentos creo que es muy interesante y útil. Especialmente para comprender el verdadero significado de cada sacramento. Los siete signos en el Evangelio de Juan no están en relación con la institución de los sacramentos, sino que los signos ciertamente brindan luz a cada sacramento para que podamos entender su propósito y significado. El evangelista Juan llama signos o señales a lo que nosotros vemos como milagros.

El primer signo es la Transformación del agua en vino en las bodas de Caná narrada en el segundo capítulo del Evangelio de Juan. Este signo se puede aplicar y está apuntando al Sacramento del Santo Matrimonio. He escuchado a muchos sacerdotes hablar de este hecho en las ceremonias de bodas y con mucha razón. Este signo o señal muestra que el vino necesario para mantener la vida de la nueva unión entre el hombre y la mujer solo proviene de Cristo y este vino solo fluye si hacemos lo que él nos pide. Este es el consejo que nos pide nuestra Santa Madre María (esposa perfecta) en contraste con la primera esposa y madre Eva que no obedeció a Dios.

Juan capítulo 4 y la curación del hijo del oficial o funcionario real es un gran ejemplo del sacramento de la unción de los enfermos junto con la curación del paralítico en el capítulo 5 muestra el poder de la gracia de Dios y cómo se puede completar lo que falta. en nosotros. El sacramento de la reconciliación queda expuesto con la curación del paralítico cuando Jesús le dijo; “Ahora estás sano, pero no vuelvas a pecar, no sea que te suceda algo peor” versículo 14. Estas palabras señalan que el objetivo del sacramento es la reconciliación con Dios, pero también la conversión y el cambio de vida.

El capítulo 6 de Juan y la alimentación de los cinco mil es una prefiguración de la Eucaristía. Muestra que un solo Señor, un Salvador es suficiente para miles y miles. En otras palabras, en cada pedazo de pan esta Jesús completamente y siempre será suficiente para su Iglesia hasta el fin de los tiempos. Las 12 canastas son los 12 apóstoles y muestran cómo Jesús proveerá, para que ellos puedan distribuirnos el pan de vida siempre.

La curación del ciego en el capítulo 9 nunca fue vista por mí directamente relacionada con el Bautismo, en cambio noté la acción de Jesús de escupir el lodo o fango como un signo sacramental. Jesús es Dios, él solo puede hacer que los ciegos puedan ver sin el lodo, pero quiere que veamos señales y símbolos en lugar de lo que no podemos ver. Este signo puede estar relacionado con el bautismo.

Luego, tenemos la confirmación con la resurrección de Lázaro en el capítulo 11. Las palabras del Señor expresaron la realidad que no podemos ver “Nuestro amigo Lázaro está dormido, pero lo voy a despertar” (versículo 11). Renacemos y tenemos las gracias que necesitamos cuando nos bautizamos, pero la confirmación es la llamada de atención (wake up call).

Por último, vemos documentado muy bien el sacramento del orden sagrado o el orden sacerdotal en el capítulo 20, versículos 21-23, Jesús les dijo n: “La paz sea con ustedes. Como el Padre me envió a mí, así también yo los envío a ustedes “. Y cuando hubo dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: “Recibid el Espíritu Santo. A aquellos a quienes perdonáis los pecados, se les perdonan, y a los que retengáis se les retendrán ” Aquí se demuestra el tipo de autoridad y poder de todo sacerdote sobre el pecado y en qué circunstancias se les ha ordenado (como el Padre me envió, así yo los envío a ustedes).

En Cristo Luis Roman

Santa Maria Ora pro nobis