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¿Somos también corredentores en Cristo? ¿Podemos compensar lo que falta en las aflicciones de Cristo como dice San Pablo en Colosenses 1:24? ¿Si es así, cómo?

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Todos los Bautizados estamos asociados con el sacrificio redentor de Jesucristo “. Marcos 10:39:37 Ellos respondieron:” Concédenos sentarnos en tu gloria, uno a tu derecha y otro a tu izquierda. Jesús les dijo: “No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que voy a beber o ser bautizados con el bautismo con el que voy a ser bautizado?”. Le dijeron: ” Sí, podemos. “Jesús les dijo: La copa que yo voy a beber, la beberéis vosotros, y también vosotros seréis bautizados con el bautismo con el que yo voy a ser bautizado”. Jesús les dice que estarán asociados con la misma “copa” de Cristo. Sí, dijo la misma Copa. No una copa similar o la suya propia.

Así que todo esto se trata de nuestra participación en el Sacrificio de Cristo. Juan 21, 18-19: “De cierto, de cierto te digo: cuando eras joven, te ceñías y ibas adonde querías; Pero cuando envejezcas, extenderás tus manos y alguien más te ceñirá y te llevará a donde no quieras”. Con esto indicó la clase de muerte con la que iba a glorificar a Dios. Dicho esto, agregó: Sígueme”.

Jesús le da a Pedro una vocación para seguir en su pasión. Cuando es Dios quien dirige su vida, la dirige a su pasión, “otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras”.  Jesús le da a Pedro una vocación de martirio. En cierto grado todos estamos llamados al martirio.

Ahora en Colosenses 1, 24 dice: “Ahora me alegro por los sufrimientos que soporto por ustedes, y completo en mi carne lo que falta en las tribulaciones de Cristo, a favor de su Cuerpo, que es la Iglesia”. Este es un texto confuso para muchos; porque alguien puede decir: ¿Está incompleta la pasión de Cristo? Jesús sufrió todo lo que tuvo que sufrir, y nosotros debemos poner más sufrimiento, ¿porque Jesús se quedó corto? Obviamente Jesús no se quedó corto. La interpretación más correcta es decir que “lo que le falta a la pasión de Cristo” es nuestra libre participación a la pasión de Cristo. En otras palabras, es nuestra disposición a sufrir con él y esto es lo que nos hace corredentores con Cristo.

Nunca lo olvides es tu decisión de seguir a Cristo la que te llevara a Cruz porque ese es el camino de la salvación.

En Cristo Luis Roman