“Solo hay un bien; y es Dios. Todo lo demás es bueno cuando lo mira a Él y malo cuando se aparta de Él”. C.S. Lewis, El gran divorcio. Este bien es Dios y su plenitud está en el cielo. Esto implica que el único bien que llena nuestro corazón y nuestra existencia se puede disfrutar y vivir solo en el cielo.
Santo Tomás de Aquino sostiene que, dado que la felicidad es el “bien perfecto y suficiente”, excluye el mal y satisface todos los deseos. El problema es que en esta vida no se puede excluir todo mal. Estamos sujetos a la ignorancia por parte del intelecto, a nuestros apetitos y otros deseos. Una vez que el hombre muere, no está sujeto a los males de esta vida y puede ver claramente qué es la Verdad. La felicidad completa, como dijo Santo Tomás de Aquino, no se puede obtener en esta vida.
Por lo tanto, si lo merecen y las almas entran al cielo entonces, esta felicidad se puede obtener porque este es un lugar que no está sujeto a males. Las almas en el cielo no están tentadas para obtener más o rechazar la felicidad o poner en riesgo la felicidad que llena su existencia. Este cumplimiento será tan completo y perfecto que todos los demás deseos, pasiones e incluso ideas desaparecerán. No hay espacio para otras opciones porque no hay necesidad ni vacíos que deban ser llenados.
La visión Beatífica que es la Esencia Divina llenará el alma por completo y debido a que se une a las fuentes de toda bondad, no se puede perder. Esta felicidad en el cielo se puede obtener con la Gracia y no por voluntad propia del hombre. Por lo tanto, lo que fue dado por Dios y merecido por las almas no será tomado por Dios porque sin duda laguna Dios es un Juez Justo.
Por último, el alma que está unida a Dios en el cielo se eleva por encima de todas las cosas. Ningún otro agente puede interrumpir o romper esta unión. ¡No hay enemigos en el cielo!
En conclusión, el cielo, una vez obtenido, no se puede perder. Como comentamos en este artículo, los enemigos no pueden llegar allí, el alma no tendrá el deseo de romper esta unión con Dios y Dios mismo no le quitaría al alma lo que Él le ha dado por Amor y Justicia (Justo juez).
En Cristo Luis Roman
Sancta Maria ora pro nobis
Fuente: Summa Teológica Parte I -II Cuestión 5 Artículos 2 y 4.