El primer pasaje que revela la promesa de redención es Génesis 3:15, donde menciona al Redentor y a su Santisima Madre. A este pasaje se le llama Proto-evangelium. Es donde Dios declara la enemistad entre la serpiente y la Mujer. Cristo, la descendencia de la mujer (María) aplastará la cabeza de la serpiente. María será exaltada a la gracia santificante. Solo el hecho de que la Virgen María fue preservada por Dios en un estado de Gracia puede explicar por qué la enemistad entre ella y la serpiente continúa hoy como se prometió en Genesis. El Proto-evangelium, por lo tanto, contiene una promesa directa de que vendrá un Redentor. Junto a Él, se manifestará su obra maestra: la perfecta, libre de todo pecado, Santísima y siempre Virgen, su Madre; Maria.
«Si en cierto momento la Santísima Virgen María hubiera sido privada de la gracia divina, por haber sido contaminada en su concepción por la mancha hereditaria del pecado, entre ella y la serpiente ya no habría al menos durante ese tiempo, por más breve que fuera: la eterna enemistad de la que se habla desde la tradición primitiva a la solemne definición de la Inmaculada Concepción, pero más bien una cierta servidumbre »Encíclica” Fulgens Corona “, publicada por el Papa Pío XII en 1953, conmemorando el centenario del Dogma de la Inmaculada Concepción.
Entonces, lo que significa enemistad con Satanás es la falta de pecado. Cuando estamos en pecado, nos encontramos en amistad con el maligno y a su servicio. Dios en su sentencia al diablo en Génesis 3:15 dijo que iba a ver enemistad entre esa mujer y su descendencia (Jesús y María). María, por la gracia de Dios y por los méritos de Jesucristo, fue liberada de todo pecado y permaneció durante toda su vida y continúa enemistada con la serpiente como Dios lo prometió. Así como era necesario que la Madre de nuestro Señor se librara de cualquier mancha (Dogma de la Inmaculada Concepción) para ser la nueva arca de nuestro Señor limpia y pura; También era necesario que su cuerpo fuera preservado después de haber pasado por la vida terrena (Dogma de la Asunción de María). Podemos olvidar que la corrupción del cuerpo es consecuencia del pecado.
Ahora, el texto de Génesis 3:15 dice que ella aplastará la cabeza de la serpiente. Entonces, el texto no habla de todas las mujeres, sino de la Madre del Salvador (Dogma de la Madre de Dios) (Mateo 28: 16-20 / Filipenses 2: 10-11). Ninguna otra decencia ha aplastado o podría aplastar la cabeza de la serpiente.
La virginidad perpetua de la Virgen de María manifiesta su reinado como Madre de Dios y Madre de la Iglesia. Ella es la que, gracias a los méritos de Jesús, se le concedió permanecer sin mancha en todos los sentidos. Su cuerpo es el instrumento que nos dio nuestro Salvador. María es el instrumento que trajo la Salvación (Jesús) a la humanidad. Se le dio la mayor de las misiones. Por lo tanto, ella es perfecta porque tuvo que dar a luz a la perfección misma en forma humana.
Conclusión los cuatros dogmas Marianos declarados por la Iglesia católica tiene su fundamento en Genesis 3:15.
En Cristo Luis Roman
