En algunas parroquias de todo el mundo incluyendo en la de San Pedro en Roma, los sacerdotes escuchan confesiones durante la Santa Misa. De hecho, en muchos lugares, los sacerdotes escuchan confesiones antes de la Misa, durante la Misa y después de la Misa. Hay parroquias donde hay un sacerdote en el confesionario de 7 a.m. a 2 p.m. Esto es un total de 7 horas dedicados a lo que el apóstol san Pablo llamó ministerio de reconciliación (2 Corintios 5:18).
En las parroquias donde los sacerdotes dedican realmente tiempo para el sacramento de la confesión siempre hay una línea de personas en la parte posterior de la Iglesia esperando la confesión durante la celebración de las Misa.
Para algunas personas que tal vez pertenecen a comunidades donde no hay suficientes sacerdotes o el sacerdote es perezoso para permanecer por largas horas escuchando confesiones; esto les puede parecer inapropiado. Tal vez se preguntan atónitos:
- ¿Confesión durante la misa?
- ¿Eso no resta valor a la Eucaristía?
Para sorpresa de muchos uno de los deseos del Santo Padre: San Juan Pablo II fue exactamente esta practica.
La cita completa del Papa Juan Pablo II en su Motu Proprio Misericordia Dei (7 de abrilde 2002) es la siguiente. En ella el pidió confesiones durante las Misas:
Los Ordinarios locales, y los sacerdotes de la parroquia y los rectores de iglesias y santuarios, deben verificar periódicamente que de hecho se está haciendo la mayor provisión posible para que los fieles confiesen sus pecados. Se recomienda especialmente que en los lugares de culto los confesores estén visiblemente presentes en los tiempos anunciados,que estos tiempos se adapten a las circunstancias reales de los penitentes, y que las confesiones estén especialmente disponibles antes de las misas, e incluso durante la misa, si hay otros sacerdotes disponibles. para satisfacer las necesidades de los fieles.
Así que en conclusión y por consejo de San Juan Pablo Segundo; si hay otros sacerdotes disponibles, debe haber confesiones “especialmente” antes de las Misas e”incluso” durante la Misa. No olvidemos que para poder recibir el cuerpo de Cristo debemos de encontrarnos en estado de gracia.
En Cristo; Luis Roman
Santa Mariaora pro nobis
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