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¿Cómo se escogieron los libros del Nuevo Testamento?

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Es importante entender que la Iglesia fue fundada por Jesus antes que el Nuevo Testamento. Es la Iglesia, la autoridad que establece el canon de la Biblia y su correcta interpretación y no al revés, como creen algunos protestantes. Cuando en el Nuevo Testamento se habla de las “Escrituras” se refiere al Antiguo Testamento. El nombre de “Nuevo Testamento” no se usó hasta el siglo II.

Ya en el primer siglo y sobre todo en el segundo siglo, los libros que conocemos como el nuevo testamento circulaban en las distintas comunidades, pero no estaban compaginados como lo están hoy.

Ya para finales del tercer siglo la Iglesia se da cuenta de que hay grupos enseñando falsas doctrinas y que estos grupos no habían sido fundados por apóstoles. Otros grupos eran seguidores de este obispo o aquel sacerdote que enseñaba errores y que se habían desviado del depósito dejado por nuestro Señor a sus apóstoles. Para contrarrestar esto decidieron hacer unos concilios, para establecer un canon o medida y determinar cuáles eran los libros que todo cristiano debía de seguir y tomar como pablara de Dios.

El Concilio de Hipona fue llevado en el año 393 y el Concilio de Cartago, en el año 397 y 419, ambos en el norte de África. En estos concilios la Iglesia Católica confirmó el canon Alejandrino (con 46 libros para el Antiguo Testamento) y también fijaron el canon del Nuevo Testamento con 27 libros.

Para reconocer los libros del Nuevo Testamento utilizaron cuatro criterios:

  1. Que fuesen escritos por un Apóstol o su discípulo.
  2. Que se utilizara en la liturgia de las iglesias Apostólicas. Ej. Roma, Corintio, Jerusalén, Antioquía, etc.
  3. Que estuviera en conformidad con la fe Católica recibida de los Apóstoles.
  4. Que hubiese sido escrito en el primer siglo.

Al no satisfacer estos criterios, algunos evangelios atribuidos a los Apóstoles (ej. El de Tomás, el de Pedro) fueron considerados falsos por la Iglesia y rechazados. Por otra parte, fueron aceptados libros (ej. Evangelio de San Juan y Apocalipsis) que por largo tiempo habían sido controversiales por el atractivo que ejercen en grupos sectarios y milenaristas.

La carta del Papa Inocencio I en el 405, oficialmente recoge el canon ya fijo de 46 libros del Antiguo Testamento y los 27 del Nuevo Testamento. El Concilio de Florencia en el 1442 confirmó una vez más el canon, como lo hizo también el Concilio de Trento en el 1545 y 1563. Este último concilio fue la respuesta de la Iglesia Católica a los protestantes (seguidores de Lutero).

Así fue que se escogieron los libros que componen el nuevo testamento. Me gustaría recalcar; que como pueden ver los primeros tres siglos no había Biblia como la conocemos hoy. El nuevo testamento es producto de las enseñanzas orales; en otras palabras, de la Tradición. Jesucristo no repartió Biblias y mucho menos la Biblia nos cayó del cielo. El nuevo testamento fue escrito por aquellos discípulos miembro de la única Iglesia, que luego en los concilios de Hipona y Cartago hizo oficial este regalo de parte de Dios para toda la humanidad. Si los protestantes no cuestionan la autoridad de estos concilios sobre el nuevo testamento y aceptan todos sus libros; cómo es posible que sí cuestionen la misma autoridad de estos concilios, que confirmó también el canon del antiguo testamento y no acepten los 7 libros Deuterocanónicos.

Oremos por nuestros hermanos cristiano no católicos, para que viendo y estudiando la historia del cristianismo regresen a casa (Roma).

En Cristo, Luis Roman

¡Santa Maria Ora Pro Nobis!

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