Genesis 3:19 dice “Sepas que eres polvo y al polvo volverás.” Estás palabras fueron parte del discurso de Dios, después que Adán y Eva desobedecieron, y comieron del fruto prohibido. Nos dan a entender, que una de las consecuencias de haber comido del fruto prohibido es la muerte.
Cristo (Dios hecho hombre), habla constantemente de la vida eterna y se llama así mismo; la Resurrección y la Vida. “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás” Juan 11:25-26.
San Pablo nos muestra el contraste entre el viejo Adán y el nuevo Adán (Cristo) diciendo “Pues así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos volverán a vivir” 1 Corintios 15:22
Así que hemos visto que Dios no quiere la muerte para nosotros. La muerte es consecuencia del pecado. A la pregunta de que si Adán y Eva no hubiesen pecado, ¿hubieran estado exentos de la muerte? San Pio X nos responde de la siguiente manera:
“Si Adán y Eva no hubiesen pecado, tras una feliz estancia en este mundo, hubieran sido trasladados por Dios al cielo, sin morir, para gozar una vida eterna y gloriosa”
Catecismo de San Pío X de la Doctrina Cristiana y de Sus Partes Principales.
La respuesta a la pregunta es un Sí. Adán y Eva no hubiesen muerto, si no hubiesen pecado. La buena noticia es que Jesús nos ha dado de nuevo a todos los Bautizados, la posibilidad de vivir eternamente. ¡Así que Creelo!
En Cristo; Luis Román
Santa María ora pro nobis
Recursos: Catecismo de San Pío X de la Doctrina Cristiana y de Sus Partes Principales.
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