El deber más grande del esposo es amar a su esposa. En otras palabras, amar a su mujer.
San Pablo les dice a los maridos: “Maridos amen a sus mujeres, como Cristo amó a la Iglesia y se entregó Él mismo por ella”. “Así también, los varones deben amar a sus mujeres como a su propio cuerpo. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie jamás tuvo odio a su propia carne, sino que la sustenta y cuida, como también Cristo a la Iglesia” (Efesios 5: 25, 33).
El Papa León XIII dijo: “El amor puro y santo, para que sea perfecto, debe durar toda la vida. el verdadero amor sabe liberarse de los sentidos y enamorarse de las bellezas inmateriales, sobre las que nada pueden el tiempo ni las fuerzas de la naturaleza; sobre todas las ruinas de la vida sobrevivirá el amor de cuantos se dijeron: ¡Yo soy tuyo y tú eres mía!!Yo todo tuyo y para siempre, y tú toda mía ¡Los dos somos uno!”
Amar a la esposa es proveer las siguientes necesidades:
- Emocional (afectos, respeto, Cuidado)
- Necesidad de significado: La esposa debe saber que es la más importante en la vida del esposo.
- Atención: Darle tiempo para poder escucharla y dedicarle tiempo.
- Intimidad: este es lugar más exclusivo en la vida de la esposa.
- Protección, sobre todo en las áreas donde ella es débil.
- Realización: Ella necesita saber que su trabajo como esposa y madre no ha sido en vano.
- Identidad: Ella debe saber que no es solo la mujer de la casa, sino que es una persona amada.
El Monseñor Martín Dávila Gándara nos define los distintos tipos de amor. Algunos también le llaman las diferentes facetas del amor.
- El Amor filial: Este es el amor de compañerismo, de hermanos. Es el sentimiento de sentir. Se siente bien con la persona que está al lado de uno, es el que estimula los sentidos.
- El amor del débito conyugal: Este es el amor de pasión, que afecta de modo básico el deseo de procrear. Es el amor que conlleva el sentido de expresarlo por medio de una relación íntima. Es más, el acto íntimo de los esposos, y la expresión necesaria de este tipo de amor. Este amor es importantísimo en el vínculo matrimonial.
- El amor de Virtud: Este es el amor desinteresado, el verdadero amor sobre el cual se puede construir una relación permanente y totalmente satisfactoria. Sobre todo en la base del respeto y sacrificio mutuo.
Este amor es aquel que está más interesado en el bien del que se ama que en el propio bien personal. Es el amor AGAPE. Es el amor de Dios hacia la humanidad, no porque lo merezca, sino por gracia (Porque tanto amo Dios al Hombre que nos envió a su Hijo Unigénito; y tanto amo Jesucristo al hombre que sé que se sacrificó y murió por él en una Cruz). Es el amor que no pone condiciones previas para dar amor.
Es el amor desinteresado, que nada hace para ganar algo para sí, todo lo hace pensando en el bienestar de la persona amada.
De esta manera ÁGAPE es que el esposo debe de amar a su esposa. Este es el deber más grande e importante del esposo y lo debe de cumplir hasta que la muerte lo separe de su amada esposa.
En Cristo; Luis Roman
Santa María ora pro nobis
Recurso: Blog personal de Monseñor Martín Dávila Gandara