Santo Tomás señala en la Suma Teológica que la palabra “castidad” tiene su origen en la palabra “castigo”. Con esto se apunta, que los deseos sexuales deben someterse a lo razonable y lo justo. Debe gobernar la razón.
- “La palabra “castidad” indica que el deseo desordenado es “castigado” mediante la razón, porque hay que dominarlo igual que a un niño, según nos dice Aristóteles en su Ética (III. Lect. 12,5). Como lo esencial de la virtud humana consiste en ser regulada por la razón, queda claro que la castidad es una virtud”. STh. II-II q.151 a.1 in c.
La castidad tiene distintas adaptaciones. La castidad debida en el matrimonio, la castidad conyugal. Tenemos también la castidad virginal, la cual encuentra en un motivo sobrenatural, como la vida contemplativa, es una virtud especial más perfecta que la castidad. La castidad y por ende el celibato en los religiosos
- En el “Tratado de la Templanza”, de la Suma, explica el Santo Tomas que: “El deseo desordenado del placer se asemeja mucho a un niño, en cuanto que nos es connatural la tendencia a lo deleitable al tacto, cuyo fin es la conservación de la naturaleza. De ahí que, si el deseo desordenado se alimenta con el deseo de los objetos deleitables por el hecho de consentir en ellos, aumentará en gran proporción, como el niño que se deja a su capricho. Por eso, el deseo de estos objetos deleitables ha de ser castigado con máximo rigor. Y de ahí que la castidad se preocupe principalmente de estos objetos”. Idem a.2 in c.
El vicio opuesto a la castidad es la lujuria, que impide la rectitud de los deseos. Es propio de la lujuria incumplir el orden y moderación que la razón exige en los actos sexuales. Es pecado, porque:
- “Cuanto más necesaria es una cosa, tanto más necesario es guardar en ella el orden de la razón y, por consiguiente, más pecado habrá en la trasgresión de dicho orden en ella. El acto sexual es muy necesario para el bien común, que consiste en la conservación del género humano. Por eso debe guardarse de manera especial, en esta materia, el orden de la razón y, consiguientemente, si se hace algo en contra de lo que la razón ordena, será vicioso”. Idem., q.153 a.3 in c
- Es así pues que la palabra castidad no significa abstención de la vida sexual, sino, practicarla en su correcto orden y modo. El acto sexual es un bien en el legítimo matrimonio y según sus fines. Aquino dice que, así como el uso de la comida, debidamente moderado, puede tenerse sin pecado alguno, puede también existir acto sexual en que no haya pecado, ajustándose al debido orden y fin de la generación. Idem., a.2 in c.