“La Iglesia los confía a la misericordia de Dios que quiere que todos los hombres se salven” (1Timoteo 2, 4) y a la ternura de Jesús con los niños, que le hizo decir: “Dejad que los niños se acerquen a mí, y no se lo impidáis” (Marcos 10, 14). Esto nos permite confiar en que hay un camino de salvación para los niños que mueren sin el Bautismo. Por esto es más apremiante aún la llamada de la Iglesia a no impedir que los niños vengan a Cristo por el don del Bautismo. (CIC n. 1261). (2)
La Tradición de la Iglesia nos enseña que los niños pequeños o abortados que mueren sin bautismo tienen el pecado original que les deforma sus almas. No pueden ir al Cielo porque nada manchado entrará al Lugar Santo de Dios. Pero, por justicia Divina, Dios no los arroja al infierno porque ellos no tienen la culpa del pecado de sus padres, heredado de Adán y Eva. No sufren, no gozan, porque ellos no tienen pecado adquirido por sí mismos. Para ellos, Dios tiene un lugar: El Limbo de los Niños. Este lugar es como un paraíso en donde disfrutan y viven gozando de sus delicias.(1)
Dios, nuestro Señor, es misericordioso y bueno. Quiere que también ellos disfruten algún día en el Cielo. Para ello, nos da la oportunidad de ayudarles dándoles el Bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; y les ayudemos celebrando misas por ellos, orando para que nuestro Señor Jesucristo les purifique y les dé el “bautizo de amor” para que entren al Cielo y gocen eternamente en su presencia. ¿No harías ese gran acto de caridad ayudándoles? Inclúyelos en tus oraciones, para que nuestro señor Jesucristo les bautice por amor. (1)
Nuestro Señor Jesucristo descendió a los infiernos, así reza el credo católico de los apóstoles, el lugar de espera de las almas de los justos nacidos antes de la era cristiana, para liberarlos y conducirlos al cielo. Cristo nos reconcilió con el Padre Celestial y abrió las puertas del cielo a aquellos que desearan seguirlo. Solo en Cristo hay salvación y gozo de la visión beatífica, el que no cree en el Hijo del Padre Celestial no tendrá vida eterna, vida en abundancia. Los niños no Bautizados no tienen la culpa del pecado de sus padres y es por esto que muchos místicos han dicho que la virgen Maria en persona y los Ángeles asisten y enseña sobre Dios y sobre nuestro Salvador a estas almas para que así algún día y si Dios así lo quiere con nuestras oraciones en unión a los méritos de la muerte y resurrección de Cristo puedan compartir la Visión Beatifica.
¡Santa Maria Ora Pro Nobis!
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Referencias:
(1) Autor: Efraín Hurtado http://ladivinaprovidenciaymaria.blogspot.com/2013/12/limbo- de-los-ninos.html
(2) Catecismo De La Iglesia Católica
