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¿Qué son las Virtudes?

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La virtud es una disposición habitual y firme para hacer el bien
San Pablo nos dice la importancia y qué hacer con estas actitudes en su carta a los Filipenses: “Todo cuanto hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y cosa digna de elogio, todo eso tenedlo en cuenta.” Filipenses 4:8

En la tercera parte, artículo 7, del Catecismo de la Iglesia Católica, numeral 1803 nos dice:  La virtud es una disposición habitual y firme a hacer el bien. Permite a la persona no sólo realizar actos buenos, sino dar lo mejor de sí misma. Con todas sus fuerzas sensibles y espirituales, la persona virtuosa tiende hacia el bien, lo busca y lo elige a través de acciones concretas.

El objetivo de una vida virtuosa consiste en llegar a ser semejante a Dios. (San Gregorio de Nisa, De beatitudinibus, oratio  1).

Un acto malo que es repetido contantemente, es lo que se conoce como vicio. Por el contartio; un acto o disposición bueno que es repetido contantemente, es lo que se conoce como virtud.

En otras palabras; las virtudes son disposiciones estables del entendimiento y de la voluntad que regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y guían nuestra conducta según la razón y la fe.
Las virtudes humanas
 se agrupan en cuatro virtudes cardinales:

  1. La prudencia dispone la razón práctica para discernir, en toda circunstancia, nuestro verdadero bien y elegir los medios justos para realizarlo. CIC 1835
  2. La justicia consiste en la constante y firme voluntad de dar a Dios y al prójimo lo que les es debido. CIC 1836
  3. La fortalezaasegura, en las dificultades, la firmeza y la constancia en la práctica del bien. CIC 1837
  4. La templanza modera la atracción hacia los placeres sensibles y procura la moderación en el uso de los bienes creados. CIC 1838

Las virtudes morales crecen mediante la educación, mediante actos deliberados y con el esfuerzo perseverante. La gracia divina las purifica y las eleva. Con la ayuda de Dios forjan el carácter y dan soltura en la práctica del bien. El hombre virtuoso es feliz al practicarlas. CIC 1810

Las virtudes teologales disponen a los cristianos a vivir en relación con la Santísima Trinidad. Tienen como origen, motivo y objeto, a Dios conocido por la fe, esperado y amado por El mismo.
Las virtudes teologales son tres: La fe, la Esperanza y la Caridad

  1. Por la fecreemos en Dios y creemos todo lo que El nos ha revelado y que la Santa Iglesia nos propone como objeto de fe. CIC 1842
  2. Por la esperanzadeseamos y esperamos de Dios con una firme confianza la vida eterna y las gracias para merecerla. CIC 1843
  3. Por la caridadamamos a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios. Es el ‘vínculo de la perfección’ y la forma de todas las virtudes. CIC 1844

En conclusión, todos los cristianos tenemos que ser virtuoso (practicar el bien a tiempo y destiempo). Las virtudes se deben poner en práctica, comenzando con la familia, enseñándolas a los hijos y practicándola con todos los miembros del hogar. No hay mejor ejemplo a seguir que la vida de los Santos, la vida de Nuestra Madre Celestial y por supuesto la de Nuestro Señor Jesucristo.

Numeral 1811 del CIC dice: Para el hombre herido por el pecado no es fácil guardar el equilibrio moral. El don de la salvación por Cristo nos otorga la gracia necesaria para perseverar en la búsqueda de las virtudes. Cada cual debe pedir siempre esta gracia de luz y de fortaleza, recurrir a los sacramentos, cooperar con el Espíritu Santo, seguir sus invitaciones a amar el bien y guardarse del mal.

En Cristo; Luis Roman

¡Santa Maria Ora Pro Nobis!
Fuente: Catecismo de la iglesia

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¿Cuántas veces le has pedido a Cristo el tener la gracia de actuar como Él? Si quieres actuar como Jesucristo; debes de seguirlo por todo el camino. No podemos escoger solo los momentos donde todo es bonito y alegre.

También, al igual que Jesus, tenemos que cargar nuestra cruz. El camino del cristiano siempre está lleno de momentos hermoso, muchos regalos de parte de Dios y sobretodo de herramientas, que nos acercan a nuestro Padre celestial. Cualquier bendición que nuestro Dios te conceda, no debe de ser para tu satisfacción, sino para poder brindar amor a otros, a través de estos bienes y glorificar el nombre de Dios. Tampoco debes de olvidar, que el camino del cristiano también trae desprecios, calumnias, tentaciones, burlas, persecución, exclusión y dolor.

No todo va a ser bonito siempre, pero puedes dar por hecho, que siempre vas a tener la fuerza sobrenatural de Dios. Ésta te va a servir de ayuda para poder vivir como un Cristo vivo, sin importar las circunstancias exteriores.

Es por esto que el verdadero cristiano no tiene vicios, porque nada de lo que entra al cuerpo o realiza el cuerpo,  lo satisface o le brinda felicidad, como lo puede hacer Dios. Si tu felicidad depende de tomarte varios tragos (alcohol) los fines de semanas, entonces vas a repetir esta acción una y otra vez y posiblemente te llevara a comenzar a tomar tragos, el resto de los días de la semana. Cuando en tu corazón no habita Jesús por completo, van a ver oportunidades para caer en las tentaciones.

Es una batalla que debes de pelear y no va a ser placentera, pero te aseguro que saldrás victorioso, si te sometes a la obediencia a Dios. La verdadera felicidad que lleva a la verdadera libertad, consiste en vivir la vida como fue prevista vivirla por el Creador.

Los mandamientos no son una lista de prohibiciones, sino que son una guía, de cómo vivir correctamente esta vida, para así poder alcanzar, la vida eterna o sea la santidad.

Si me preguntas si mi vida siguiendo al Señor es bonita; te contestaría que sí. Y si me preguntas; si mi vida siguiendo al Señor es difícil, te contestaría que sí. La vida del cristiano es hermosa. El cristiano no solo tiene momentos de alegría, sino que es feliz todo el tiempo. El saber y creer con todo el corazón, alma y mente que Dios tiene el control en toda situación, te brinda el descanso y la tranquilidad que vas a necesitar, para poder continuar. Además, cuando actúas correctamente tienes paz. Vas a poder ir a la cama sin preocupaciones, porque no has engañado a nadie y realizastes todo lo que se te había encomendado. Tendrás tranquilidad porque has tratado a todos como quieres que te traten a ti.

Tu fe cristiana debe de ser tu estilo de vida y no solo unas creencias y prácticas que realizas en tu tiempo libre o en tu intimidad. Debes de ser cristiano todo el tiempo. No seas cristiano tan solo en la Iglesia o cuando estas en compañía de hermanos de la Iglesia. Debes de ser cristiano al dormir, al despertar, al comer, al trabajar, al hablar, al mirar, al escuchar, al divertirte, al descansar, en todo momento. Debes de ser cristiano con todos y en todo. Tu amor debe ser completo para tu familia, tus padres, tus hijos, tus amigos, compañeros de trabajo, con el chofer, el que camina a tu lado, el que espera en la línea, la mesera, el gerente de la tienda, tu jefe etc. pero más aún, debe de ser cristiano con tus enemigos, con los que te tienen envidia, con lo que te tratan mal, con lo necesitados, con los tristes, con lo que necesitan compañía, con el adicto a drogas, al alcohol, etc. En otras palabras, debemos ser cristianos todo el tiempo y con todos.

” Proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y doctrina.” 2 Timoteo 4:2

Haz el compromiso hoy de seguir a Dios, de seguir a su hijo Jesucristo y de dejarte guiar por el Espíritu Santo, sin importar la circunstancias. ¡Sin importar como te sientas hoy (triste o alegre), sin importar si esta soleado o lluvioso!

Ésta va hacer la decisión más grande de tu vida. En el segundo en que comiences a vivir tu vida dirigida a Dios y asumas tu rol de hijo de Dios, las cosas van a cambiar para bien, porque vas comenzar a actuar como Cristo. Recuerda que si te caes, te puedes y te tienes que levantar. Esta misma  decisión la vas a tener que tomar todos los días de tu vida. Nunca olvides que los santos se hicieron santos en la tierra.

En Cristo, Luis Roman

Santa Maria Ora Pro Nobis

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ACI Prensa:.- Cada 14 de septiembre se celebra la Exaltación de la Santa Cruz “en la que se muere para vivir; para vivir en Dios y con Dios, para vivir en la verdad, en la libertad y en el amor, para vivir eternamente”, como dijo alguna vez San Juan Pablo II.

En el siglo IV, la emperatriz Santa Elena encontró el madero en que murió Cristo Redentor. Sin embargo, en el 614 la Cruz fue tomada de Jerusalén por los Persas como trofeo de guerra.

Más adelante, el emperador Heraclio la rescató y el madero retornó a la Ciudad Santa un 14 de septiembre de 628. Desde entonces se celebra litúrgicamente esta festividad.

Al llegar de nuevo la Santa Cruz a Jerusalén, el emperador dispuso acompañarla en solemne procesión, pero vestido con todos los lujosos ornamentos reales, y de pronto se dio cuenta de que no era capaz de avanzar.

Entonces el Arzobispo de Jerusalén, Zacarías, le dijo: “es que todo ese lujo de vestidos que lleva, están en desacuerdo con el aspecto humilde y doloroso de Cristo, cuando iba cargando la cruz por estas calles”.

El emperador se despojó de su manto de lujo y de su corona de oro, y descalzo, empezó a recorrer así las calles y pudo seguir en la piadosa procesión.

Para evitar nuevos robos, el Santo Madero fue dividido en varios pedazos y repartidos a Roma y Constantinopla, mientras que un tercero se quedó en Jerusalén en un hermoso cofre de plata. Otro se partió en pequeñas astillas para ser repartidas en diversas iglesias del mundo, las cuales fueron llamadas “Veracruz” (verdadera cruz).

En la vida de los santos se narra que San Antonio Abad, al ser atacado por terribles tentaciones del demonio, hacía la señal de la cruz y el enemigo huía. Desde ese tiempo, se dice, que se hizo costumbre el hacer la señal de la cruz para librarse de males.

Otro hecho de lo poderoso y sagrado de este signo lo mostró la Santísima Virgen María, quien al aparecerse por primera vez a Santa Bernardita y al ver que la niña quiso santiguarse, nuestra Señora se persignó muy despacio para enseñarle que es necesario hacerlo calmadamente y con más devoción.

Recursos sobre La Exaltación de la Cruz: