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Decimos que la Santísima Virgen Maria es Madre de Dios, porque ella dió a luz a Jesus de Nazaret (Lucas 1:31/ Lucas 2:7/ Mateo 1:21/ Mateo 1:25). Jesucristo tiene un solo Padre que lo engendró en los cielos y en su naturaleza humana tiene una sola Madre, la que lo engendró en la tierra. María no es una diosa porque no engendró a Cristo en cuanto a su divinidad, pero sí es Madre de Dios porque  dió a luz a Cristo en cuanto a su humanidad. Y como en Jesus hay una sola persona, la persona divina del Verbo, María es Madre de Dios.

El título de Madre de Dios, que le proclama La Iglesia, no apunta a que Maria tiene súper poderes o quiere dar entender que ella también es una diosa, sino que expresa el misterio de la encarnación del Señor y revela la verdad del regalo más grande de parte Dios para el mundo, que fue el de enviar a su Hijo único para nuestra salvación (Juan 3:16). El negar que Maria es Madre de Dios es negar que Jesus es Dios hecho hombre.

En el siglo V, Nestorio, Patriarca de Constantinopla afirmaba los siguientes errores:

1. Que hay dos personas distintas en Jesús, una divina y otra humana.
2. Sus dos naturalezas no estaban unidas.
3. Por lo tanto, María NO es la Madre de Dios, pues es solamente la Madre de Jesús hombre.
4. Jesús nació de María solo como hombre y más tarde “asumió” la divinidad, y por eso decimos que Jesús es Dios.

Los errores de Nestorio, al negar que María es Madre de Dios, negaban también que Jesús fuera una persona divina. No olvidemos que, las doctrinas que se refieren a María está totalmente enlazada a la doctrinas referente a Cristo.

San Cirilo, Obispo de Alejandría, predicó y enseñó en contra de la herejía de Nestorio. El Papa Celestino I en el año 430, en un concilio en Roma, condenó la doctrina de Nestorio y envió a San Cirilo para que iniciara una serie de correspondencias donde se presentara la verdad. Luego en el año 431, en el Concilio de Éfeso se proclamó oficialmente que María es Madre de Dios.

“Desde un comienzo la Iglesia enseña que en Cristo hay una sola persona, la segunda persona de la Santísima Trinidad. María no es solo madre de la naturaleza, del cuerpo, pero también de la persona quien es Dios desde toda la eternidad. Cuando María dio a luz a Jesús, dio a luz en el tiempo a quien desde toda la eternidad era Dios. Así como toda madre humana, no es solamente madre del cuerpo humano sino de la persona, así María dio a luz a una persona, Jesucristo, quien es ambos Dios y hombre, entonces Ella es la Madre de Dios” –Concilio de Éfeso

La Doctrina de Maria Madre de Dios nos enseña:

  • Jesús es una persona divina (no dos personas)
  • Jesús tiene dos naturalezas: es Dios y Hombre verdaderamente.
  • María es madre de una persona divina y por lo tanto es Madre de Dios.

María es Madre de Dios. Este es el principal de todos los dogmas Marianos, y el fundamento de la dignidad y del lugar único y privilegiado en el plan de salvación de la Virgen María.

María es la Madre de Dios, no desde toda la eternidad, sino en el tiempo.

¡Santa Maria Ora Pro Nobis!

En Cristo; Luis Roman

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Referencias: Corazones.org | Fuente: www.corazones.org                                    Catecismo de La Iglesia Catolica

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Muchas veces he escuchado decir que todas las religiones son lo mismo y que todas llevan a Dios.
Esto es una contradicción ya que las diferentes religiones si son distintas. Si no se diferenciaran entre sí serían entonces la misma religión y no lo son. Así que no todas las religiones son lo mismo.

Tenemos que observar porque son diferentes para poder responder al porque no todas las religiones son lo mismo. En la sociedad actual globalizada el problema realmente es el indiferentismo religioso. La pregunta que estamos respondiendo realmente no apunta a las diferencias entre todas las religiones sino en la idea de que no tiene importancia creer en una religión o en la otra porque todas llevan a Dios.

Con solo observar las grandes religiones podremos concluir que esta idea es incorrecta. Inclusive, algunas religiones no tan solo creen en un dios supremo, sino que creen en múltiples dioses. Los judíos creen en el Dios de Abraham, pero el Dios de Abraham que ellos profesan no se ha hecho hombre y no ha dado su vida por nosotros en la cruz. Los musulmanes también creen en el Dios de Abraham, pero no creen que Jesus es el salvador inclusive ellos no creen que Cristo murió en la cruz y mucho menos que es el hijo de Dios. Así que no todas nos dirigen hacia un Dios trinitario (Padre, Hijo y Espíritu Santo). Solo el cristianismo nos dirige a Jesus quien dijo: nadie llega el Padre sino es por mi” Juan 14:6.

En el mundo cristiano ya se han fundado más de 30,000 denominaciones y esto también es un problema porque lo que cada denominación profesa sobre Jesus es completamente diferente a lo que la primera y la única Iglesia fundada por Jesus, en Pedro y los apóstoles profesó y sigue profesando hasta el día de hoy. Esta fe cristiana es universal, es para todos es católica. Antes de Lutero solo había una Iglesia después de Lutero y sus amigos se han formados miles; todas con fundadores humanos. La católica es la única fundada por Jesus Nuestro Señor.

El ateísmo dirá que todas las religiones son igualmente falsas. El agnosticismo afirmará que ninguna tiene el menor fundamento. El indiferentismo sólo considerará una cierta utilidad psicológica a la religión (paz interior, sentido de trascendencia, cierta fraternidad, etc.), que podría conseguirse con cualquiera de ellas (lo que supondría que la religión no es un camino hacia Dios, sino una medicina que el hombre se da a sí mismo para resolver sus ansias).

Quien cree verdaderamente que Dios existe y que tiene un proyecto para el hombre cualquiera sea la religión que profese nunca podrá aceptar la afirmación de que todas las religiones sean lo mismo.

La Iglesia Católica en el catecismo expresa que las religiones no cristianas contienen semillas de verdad, que conducen a la verdad completa. Oremos para que los no cristianos a través de las semejanzas entre ellos y con nosotros puedan darse cuenta que la verdad completa se encuentra en el catolicismo y que podamos tener las palabras, el amor y la tolerancia para ser Cristo vivos y no piedra de tropiezo para estas almas. Nunca olvidemos que, aunque ellas tienen semillas de verdad, una verdad a media nos es verdad.

¡Santa Maria Ora Pro Nobis!

En Cristo;

Luis Roman

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Recurso: P. Eduardo Volpacchio | Fuente: www.algunasrespuestas.com

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En Jesucristo hay dos voluntades: la una divina y la otra humana.


¿Tenía Jesucristo libre albedrío? – Sí, señor; Jesucristo tenía libre albedrío, más no podía obrar el mal, porque el poder obrar el mal es defecto, no perfección de la libertad.  Del Catecismo del Papa San Pio X.

Nuestro Señor Jesucristo es una sola persona, no múltiples personas. Él es la segunda persona de la Santísima Trinidad y su persona es Divina.

La persona de Jesús está compuesta por dos naturalezas; la divina y la humana. Jesús en esencia es divino y por ser divino, también tenía una naturaleza divina. Él no perdió su divinidad al hacerse hombre.

Ademas como Jesús  fue concebido por la Santísima Virgen Maria, también tenía naturaleza humana. No debemos confundirnos, nuestro Señor era y es, 100% divino porque nunca dejo de ser Dios y 100% hombre, porque asumió completamente la naturaleza humana.

Jesus tenía dos voluntades la divina y la humana; ambas estaban completamente sincronizadas o alienadas.  La palabra correcta es ordenadas, porque su voluntad humana está dirigida a la divina y su divinidad es glorificada por medio de su humanidad.

Este es el llamado a la santidad. Todos los cristianos estamos llamados a vivir como Cristo. Jesus tenía libre albedrio, pero no pudo y no quiso obrar mal, porque cualquier signo de defecto o de imperfección, es signo de pecado y de esclavitud. Dios es perfecto y no puede pecar, pero esto no quiere decir, que su humanidad no sintió los dolores del pecado. Solo el camino de la perfección que nos ofrece Cristo nos puede llevar hacia la santidad.

Para Jesus no fue fácil y él era Dios. Así que para nosotros también va a hacer difícil, pero si tenemos fe, seguimos sus consejos y mandatos y sobretodo vivimos una vida de oración y de sacramentos nuestro yugo será ligero y la carga será menos pesada  Mateo, 11:30. Jesús nos prometió su auxilio. Su ejemplo nos muestra el camino de la Divina Voluntad.

“Y adelantándose un poco, cayó rostro en tierra, y suplicaba así: «Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero no sea como yo quiero, sino como quieras tú.»”
Mateo, 26
:39


¡Santa Maria Ora Pro Nobis!

En Cristo;

Luis Roman

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