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En este corto Audio reflexionamos si nuestro Señor nos debe de dar una señal y como no podemos hacer nada sin EL. Nos basamos en los versículos 38 al 42 del Evangelio según San Mateo.

En Cristo; Luis Roman

¡Santa Maria Ora Pro Nobis!

Entonces algunos escribas y fariseos le dijeron: “Maestro, queremos que nos hagas ver un signo”.
El les respondió: “Esta generación malvada y adúltera reclama un signo, pero no se le dará otro que el del profeta Jonás.
Porque así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del pez, así estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra tres días y tres noches.
El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay alguien que es más que Jonás.
El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra esta generación y la condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay alguien que es más que Salomón.” 

San Francisco Javier nos dice: Que nadie alimente la ilusión de pensar que destacará en las cosas grandes, si no destaca en las cosas humildes. Creedme hay una especie de fervores, y, por mejor decirlo, tentaciones…Ciertamente para no renunciar a su voluntad haciendo lo que la obediencia les prescribe, desean hacer otras cosas más importantes, sin recordar que si no tienen virtud para las cosas pequeñas, menos tendrán para las grandes. En efecto cuando se lanzan a las cosas grandes y difíciles, con poco sacrificio y fuerza de ánimo, reconocen su atracción por la tentación, cuando se encuentran sin fuerzas… No os escribo estas cosas para impediros el ánimo a cosas muy altas, señalándoos por grandes siervos de Dios, dejando memoria de vosotros para los que después de vuestros días vendrán; mas dígolas a este fin solamente para que en las cosas pequeñas os mostréis grandes, aprovechándoos mucho en el conocimiento de las tentaciones, en ver para cuánto sois, fortificándoos totalmente en Dios; y si en esto perseveráredes, no dudo sino que creceréis siempre en humildad y espíritu, y haréis mucho fruto en las almas, yendo quietos y seguros dondequiera que fuéredes.

Carta del 05/11/1549, n° 90, 34-36 Evangelizo.org

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El dogma de la Perpetua Virginidad declara que María fue Virgen antes, durante y perpetuamente después del parto de nuestro Señor Jesucristo.

Ella es la Virgen que concebirá y dará a luz un Hijo cuyo nombre será Emanuel” (Cf. Is., 7, 14; Miq., 5, 2-3; Mt., 1, 22-23) (Const. Dogmática Lumen Gentium, 55 – Concilio Vaticano II).

“La profundización de la fe en la maternidad virginal ha llevado a la Iglesia a confesar la virginidad real y perpetua de María incluso en el parto del Hijo de Dios hecho hombre. En efecto, el nacimiento de Cristo “lejos de disminuir consagró la integridad virginal” de su madre. La liturgia de la Iglesia celebra a María como la ‘Aeiparthenos’, la ‘siempre-virgen’.” (499 – catecismo de la Iglesia Católica)

 En el momento en que el Angel le anunció a Maria que tendría un hijo ella respondió «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?» -Lucas 1,34. Para los hebreos “Conocer” significa tener relaciones sexuales. Maria no hubiese preguntado al Ángel Cómo sería esto si hubiese tenidos planes de tener relaciones con José o con otro hombre, Los Padres de la Iglesia y los cristianos de los primeros siglos observaron en este pasaje que María tenía un voto de virginidad y que debía mantenerse aún en caso de matrimonio. Sabemos que algunos judíos hacían este voto; por ejemplo, los Esenios. También había mujeres consagradas vírgenes para el servicio del Templo.

“Propia y verdaderamente la Madre de Dios, la Santa y siempre Virgen María (…) concibió sin semen viril, del Espíritu Santo, al mismo Verbo de Dios, y de manera incorruptible dio a luz “. Papa Martín I:

“María permaneció siempre en la integridad de su virginidad, a saber, antes del parto, en el parto y después del parto, por obra de Dios omnipotente”. Papa Pablo IV, 1555

La virginidad perpetua de la virgen de Maria es importante porque manifiesta su reinado como Madre de Dios y Madre de la Iglesia. A Ella es a quien por gracias de los méritos de Jesus se le concedió mantenerse sin mancha en todo el sentido. Su cuerpo es el instrumento que nos brindó a nuestro Salvador.

Solo para la mayor de las misiones nuestra Madre fue creada. Por esto es perfecta porque ella tenía que dar a luz a la perfección misma.

El Catecismo De La Iglesia Católica nos dice:
496
Desde las primeras formulaciones de la fe (cf. DS 10-64), la Iglesia ha confesado que Jesús fue concebido en el seno de la Virgen María únicamente por el poder del Espíritu Santo, afirmando también el aspecto corporal de este suceso: Jesús fue concebido “absque semine ex Spiritu Sancto” (Cc Letrán, año 649; DS 503), esto es, sin elemento humano, por obra del Espíritu Santo. Los Padres ven en la concepción virginal el signo de que es verdaderamente el Hijo de Dios el que ha venido en una humanidad como la nuestra:

Así, S. Ignacio de Antioquía (comienzos del siglo II): “Estáis firmemente convencidos acerca de que nuestro Señor es verdaderamente de la raza de David según la carne (cf. Rm 1, 3), Hijo de Dios según la voluntad y el poder de Dios (cf. Jn 1, 13), nacido verdaderamente de una virgen, …Fue verdaderamente clavado por nosotros en su carne bajo Poncio Pilato … padeció verdaderamente, como también resucitó verdaderamente” (Smyrn. 1-2).

497 Los relatos evangélicos (cf. Mt 1, 18-25; Lc 1, 26-38) presentan la concepción virginal como una obra divina que sobrepasa toda comprensión y toda posibilidad humanas (cf. Lc 1, 34): “Lo concebido en ella viene del Espíritu Santo”, dice el ángel a José a propósito de María, su desposada (Mt 1, 20). La Iglesia ve en ello el cumplimiento de la promesa divina hecha por el profeta Isaías: “He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un Hijo” (Is 7, 14 según la traducción griega de Mt 1, 23).

498 A veces ha desconcertado el silencio del Evangelio de S. Marcos y de las cartas del Nuevo Testamento sobre la concepción virginal de María. También se ha podido plantear si no se trataría en este caso de leyendas o de construcciones teológicas sin pretensiones históricas. A lo cual hay que responder: La fe en la concepción virginal de Jesús ha encontrado viva oposición, burlas o incomprensión por parte de los no creyentes, judíos y paganos (cf. S. Justino, Dial 99, 7; Orígenes, Cels. 1, 32, 69; entre otros); no ha tenido su origen en la mitología pagana ni en una adaptación de las ideas de su tiempo. El sentido de este misterio no es accesible más que a la fe que lo ve en ese “nexo que reúne entre sí los misterios” (DS 3016), dentro del conjunto de los Misterios de Cristo, desde su Encarnación hasta su Pascua. S. Ignacio de Antioquía da ya testimonio de este vínculo: “El príncipe de este mundo ignoró la virginidad de María y su parto, así como la muerte del Señor: tres misterios resonantes que se realizaron en el silencio de Dios” (Eph. 19, 1;cf. 1 Co 2, 8).

500 A esto se objeta a veces que la Escritura menciona unos hermanos y hermanas de Jesús (cf. Mc 3, 31-55; 6, 3; 1 Co 9, 5; Ga 1, 19). La Iglesia siempre ha entendido estos pasajes como no referidos a otros hijos de la Virgen María; en efecto, Santiago y José “hermanos de Jesús” (Mt 13, 55) son los hijos de una María discípula de Cristo (cf. Mt 27, 56) que se designa de manera significativa como “la otra María” (Mt 28, 1). Se trata de parientes próximos de Jesús, según una expresión conocida del Antiguo Testamento (cf. Gn 13, 8; 14, 16;29, 15; etc.).

En Cristo ;Luis Roman

Santa Maria Ora Pro Nobis

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¿Qué sentido tiene una religión?

Primero tenemos que responder que se entiende por religión y qué papel se le asigna en la vida de una persona.
Si entiendo la religión  como una creación humana (un invento del hombre), con una finalidad genéricamente espiritual o como un refugio psicológico a la hora de los problemas de la vida probablemente no me preocupará demasiado las diferencias entre las distintas religiones, ya que todas en ciertos límites me parecerán iguales.

Pero si entiendo que la religión es un encuentro entre Dios y el hombre, en el cual Dios tiene la iniciativa  y se ha mostrado al hombre enseñando un camino de salvación, entonces es diferente y me importará considerable saber cuál es la verdadera.

Porque verdadera sólo puede haber una religión

Aquella que Dios haya revelado es la verdadera. No puede haber varias religiones distintas igualmente verdaderas por el principio de no contradicción: dos afirmaciones contrarias no pueden ser al mismo tiempo, ambas verdaderas, en el mismo sentido. Si una es verdadera, la otra no lo será.

¿Hay religiones falsas y verdaderas?

Deberíamos de observar si son religiones reveladas o no reveladas.
La gran mayoría de las religiones muestran un camino de aproximación al Creador y responden a la religiosidad natural del hombre. En distintos grados tienen una mayor o menor aproximación a la verdad.

¿Cuánto contienen de verdad? 

Al responder a la religiosidad natural del hombre todas contienen aspectos verdaderos. Hay religiones más cercanas a la verdad y otras menos cercanas.

No son todas lo mismo. Las hay más serias y menos serias, más profundas y más superficiales, más espirituales y más terrenales, trascendentes o inmanentes…

Unas más concordes a la dignidad de la persona humana (obviamente una religión que propugnara sacrificios humanos no sería aceptable racionalmente), y otras menos.

La Iglesia considera que las religiones no cristianas contienen semillas de verdad, que conducen a la verdad completa, pero la verdad completa revelada por Dios se encuentra en la persona de Jesus y en la única Iglesia fundada por El; LA IGLESIA CATOLICA. Todas las otras denominaciones cristianas y religiones fueron fundadas por seres humanos como tú y como yo. Jesus es el Cristo, es Dios y hombre. Oremos por los que no han conocido la verdad en su totalidad para que algún día se acerquen a Jesucristo y a su Iglesia.

En Cristo; Luis Roman

¡Santa Maria Ora pro Nobis!

Recurso: P. Jorge Loring, S.I. | Fuente: Catholic.net

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